DONOSTIA - Desde el primer minuto de Marrowbone es evidente el espíritu J.A. Bayona que va a caracterizar a la producción. No obstante, a la película parece no importarle, y se impregna completamente de ella. La razón es simple: el director del filme, Sergio G. Sánchez, es el guionista de El orfanato y Lo imposible, los dos primeros trabajos de J.A. Bayona, quien, a su vez, actúa como productor de Marrowbone. Esta razón, sin embargo, plantea una cuestión interesante. ¿Está Sergio G. Sánchez influenciado por las obras previas de J.A. Bayona o es este último quien adoptó el germen con los guiones del primero?
Para su primer filme, Sánchez ha jugado con el terror y el thriller psicológico. Cuatro hermanos, tras la muerte de su madre, se esconden en una granja abandonada huyendo de un pasado que no deja de atormentarles. A su vez, en la casa parece esconderse un terrible secreto.
Huir del pasado, de sus anteriores trabajos como guionista, no parece ser precisamente lo que busque el director con Marrowbone. “Se trata de una fábula con muchas capas. Para mí no es una película de terror, sino una carta a la inocencia extrema”, aseguró ayer Sánchez durante la rueda de prensa del filme.
Para contar esta fábula, el realizador se ha acompañado de una potente producción y un reparto de jóvenes talentos. Jack, el hermano mayor, está interpretado por George MacKay, quien ya tuvo que ejercer de responsable de una familia en la estupenda Captain Fantastic; Billy, el hermano más rebelde es Charlie Heaton, quien por segundo año consecutivo -presentó As you are en 2016- es de los que más selfies se hace en Donostia por su papel en la serie Stranger Things; Annie, está interpretado por la hipnótica Anya Taylor-Joy, que se está convirtiendo en la nueva musa del género tras La bruja, Múltiple y este filme; y el pequeño Sam en la ficción es Matthew Stagg.
“Quería adoptarle”, aseguró sobre él Sánchez: “Me entró pánico cuando se fue su familia del rodaje por si no quería seguir”. Afortunadamente, Stagg continuó, permitiendo a todos convertirse “en una familia”.
Esa unión se notó a su paso por el Zinemaldia. Las risas compartidas entre los jóvenes fueron una constante, que al parecer también se dieron en el rodaje. “Heaton propuso dormir en la granja abandonada. Sin embargo, empezamos a notar presencias sobrenaturales”, comentó el cineasta.
Así, los sustos de la casa del filme se trasladaron a la de verdad: “Un día George se encerró en el cuarto de su personaje para mentalizarse, y cuando estaba sentado comenzó a oír ruidos raros. Desde entonces, por nada del mundo se quedaba ahí a dormir”.
Netflix y catalunya De las risas se pasó a abordar la realidad más inmediata. Aprovechando la presencia del productor, J. A. Bayona, quien adelantó que tras Jurassic World 2 rodará un filme en castellano, se le preguntó sobre el papel de las plataformas online y la situación en Catalunya.
Ante lo primero, el director explicó que “reducirlo a que Netflix es malo no está bien. “Ahora con un click puedes tener un menú con 800 películas que ha hecho que se pierda el concepto del cine. Pero, en cambio, puedes llegar a todos los rincones”.
Por su parte, ante la situación en su territorio se mostró “preocupado”. “Lo veo como un problema entre catalanes, no entre españoles y catalanes”, afirmó. Al final, como el propio Sánchez expresó: “Es mejor no fijarse en la realidad, sino en la fantasía, donde realmente puedes volar”.
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