Vitoria - Un hombre de cabello largo que va dejando un rastro de azufre a su paso por la Llanada, en busca de nuevas víctimas para hacer pócimas con sus vísceras que puedan curar la tisis de los ricos. Ésta es la leyenda sobre el Sacamantecas que lleva atormentando a los niños desobedientes desde el siglo XIX. Pero ese mito es precisamente del que Jesús del Val ha huido en la novela que acaba de publicar sobre este aldeano vitoriano, El Sacamantecas.

Una novela histórica con detalles policíacos y un toque costumbrista que busca recordar esa Vitoria del siglo XIX a través de unos hechos reales, explica el autor. Se trata de un recorrido por la historia del primer asesino en serie español, Juan Díaz de Garayo, pero sin centrarse en los crímenes. Del Val va más allá, llegando a la infancia del protagonista, a la relación con sus cuatro mujeres e hijos, al cuartelillo de los alguaciles encargados de detenerle o a los médicos de la defensa y de la fiscalía, enfrentados entre sí tratando de demostrar unos su cordura, para que así fuera ajusticiado y los otros su locura, por la que no debía ser ejecutado. Es decir, este libro habla de todo ese círculo que envuelve a los asesinatos, haciendo de éstos el pretexto para narrar una historia mayor. “Me parecía más original y variado, una forma de contar cosas que no se han contado; ha habido una tendencia a buscar el morbo y esta novela pretende quitárselo un poco, porque tampoco es lo más interesante”, explica el escritor.

“Era un pobre diablo”, asegura Del Val, que defiende la teoría de que este asesino no estaba loco, ni era “el psicópata de libro”. Según él, este hombre mataba prostitutas por el simple hecho de “ella me pide cinco reales, yo sólo quiero darle tres y me la cargo para no darle dos reales de más, así de triste y así de terrible”. Tampoco era “tonto” a su parecer, porque aprendió a leer en la cárcel en un mes y “las barbaridades que hizo fueron para que no le descubriesen. Era todo una coartada salvaje”. Algo que no le libró de ser apresado por los seis asesinatos y las cuatro tentativas que cometió y ejecutado por garrote vil, acabando así con el asesino y dando paso al mito.

la película Esta publicación no es el primer acercamiento de Del Val a esta historia. En 1979 codirigió una película junto a Juan Carlos Ruiz de Gordoa que narraba estos sucesos. “Este libro es la consecuencia de no haber podido llevar la película al cine, supongo que por falta de dinero y de talento seguramente”, bromea el también director. Para quitarse esa espinita pensó en volver a hacerla hace unos seis años pero el proyecto no prosperó e incluso se planteó adaptarla al teatro con el grupo de arte dramático del que forma parte en Alicante, donde vive, pero “me parecía raro que esta historia tan alavesa estuviera representada por actores con un acento propio del Mediterráneo”.

Al final, surgió El Sacamantecas, que tomó forma en apenas seis meses y está teniendo muy buena acogida a pesar de no haber hecho ninguna promoción, “confío en el boca a boca, y cuando lo lean y vean que es maravilloso, todavía más”, bromea el autor. En venta en Alicante, donde reside, en Vitoria, su ciudad natal y lugar de los hechos, y próximamente en versión digital en Amazon, promete no defraudar a sus lectores. “Los vitorianos quizá lo van a disfrutar más porque apreciarán cosas que los de fuera no, pero es una historia universal que en cualquier sitio puede funcionar”, apunta Del Val.

En definitiva, este autor ha rescatado un personaje sobre el que la delgada línea entre la realidad y la ficción se ha sobrepasado tantas veces, que ya no existe una certeza de lo que ocurrió. Pero este novelista ha tratado de despojar los hechos del “morbo y el gore” en el que se han visto envueltos y mostrar ese universo que rodeó al hombre que consiguió sembrar el terror en Álava.