Vitoria - No ha estado sobre ningún escenario pero, por fortuna, ha sido uno de los nombres propios de esta cuadragésimo primera edición del Festival de Jazz de Gasteiz. De hecho, es una magnífica noticia que con todo lo que le ha sucedido en los últimos meses, el músico y luthier Joaquín Marco haya vuelto a poner en primer plano su trabajo como constructor de instrumentos en la exposición que a lo largo de estos días ha tenido en el Canciller Ayala, una muestra que ha recibido, además, visitas ilustres.
Fue a finales del pasado febrero cuando Marco sufrió un grave robo en su tienda de la calle Aldabe. Los ladrones forzaron en primer lugar la verja que protegía la ventana y, a continuación, se tomaron su tiempo para desmontar el cristal en lugar de romperlo y acceder sin ningún tipo de trabas al interior. El resultado de su acción se tradujo no ya en la sustracción de once instrumentos artesanales por valor de 32.000 euros sino en el cierre de la tienda del barrio de Coronación.
Aquel suceso tuvo su pequeña parte positiva, si se puede ver así, en la gran solidaridad mostrada por muchos músicos de la ciudad, que además organizaron y protagonizaron el pasado 26 de mayo en la asociación cultural Helldorado un concierto de homenaje a la trayectoria de Kintxo.
Con esas fuerzas recibidas, Marco tomó la decisión de seguir con el oficio de luthier, una apuesta que se ha traducido en la exposición montada en el Canciller, abierta entre el martes y ayer, donde se han podido ver y probar sus últimas creaciones artesanales. Una muestra por la que han pasado además algunos de los protagonistas de la programación oficial del certamen, como ha sucedido con Stanley Clarke, Kyle Eastwood y Linda May Han Oh. Los tres han probado los bajos y han estado intercambiando impresiones sobre ellos con Marco.