Vitoria - Como pasa en otros certámenes, el Festival de Jazz de Gasteiz es amigo de aprovechar las efemérides del género para proponer conciertos e incluso dobles sesiones especiales. En esta cuadragésimo primera edición, sin ir más lejos, dos son los nacimientos centenarios que se van a conmemorar. Mañana le tocará a la figura de Ella Fitzgerald con la actuación que protagonizará Patti Austin. Hoy, todo el protagonismo recaerá en la persona de Thelonious Monk. Sin duda, dos grandes.
En este último caso, eso si, el certamen ha optado por hacer una noche monotemática. Para ello, contará, por un lado, con el cuarteto de pianistas que conforman Kenny Barron, Cyrus Chestnut, Benny Green y Eric Reed; y, por otro, con el sexteto de TS Monk, acompañado por Nnenna Freelon.
Al igual que con el resto de las dobles sesiones, la cita será a partir de las 21.00 horas en un polideportivo de Mendizorroza que tiene las entradas a la venta por 30 euros cada una. Desde ese momento, todo será para pero sin Thelonious Monk, músico al que, por otra parte, el evento de la capital alavesa ya ha dedicado conciertos especiales, como el que el propio TS (es decir, el hijo del genio) ofreció en el pabellón hace justo veinte años.
Aquel 19 de julio de 1997, también Kenny Barron estaba en la capital alavesa para abrir la doble sesión, pero aquella vez dentro de Sphere y junto a Gary Bartz, Buster Williams y Ben Riley. Esta vez, el de Filadelfia compartirá tablas con otros tres pianistas bien conocidos en la capital alavesa como Cyrus Chestnut, Benny Green y Eric Reed.
La idea del cuarteto es ir dándose el relevo en distintas formaciones (a piano solo, a dúo y todos juntos) para hacer un viaje en el tiempo a través de la trayectoria de Monk, un maestro que falleció hace ya tres décadas y media, aunque su huella sigue tan presente en las nuevas generaciones que parece que el calendario está detenido. Pero no es así.
Es imposible resumir en pocas líneas la herencia que el también compositor de Carolina del Norte dejó para la música, más allá del jazz. Y lo mismo pasa con este cuarteto de destacados pianistas, que aunque quisieran, necesitarían varios conciertos enlazados para poder dar una visión lo más amplia posible de lo que fue y supuso Monk. Aún así, calidad les sobra a los cuatro por separado para intentar ofrecer el mejor homenaje posible.
Todos los protagonistas de esta primera parte saben bien lo que es tomar parte en el festival gasteiztarra. Es más, tanto Chestnut como Green y Reed se han encargado en varias ocasiones de encauzar la sección Jazz de Medianoche. En lo que se refiere a Barron, cabe recordar que hace justo un año estuvo en el mismo Mendizorroza compartiendo conversación con Dave Holland y un público que disfrutó entusiasmado cada segundo de aquella actuación. Así que si se reúnen cuatro buenos amigos del certamen que además son excelentes músicos y lo hacen para recordar a un grande, algo muy complicado de entender tendría que suceder para que el recital no funcione.
Tras el perceptivo descanso, será el turno de que Thelonious Sphere Monk (TS Monk) haga acto de presencia para recordar al que, ante todo, fue su padre. Como aquella noche de hace dos décadas, el batería contará hoy con la presencia invitada de la cantante Nnenna Freelon, la única que repetirá con respecto a aquella formación. Antes de nada, por cierto, recordar que el centenario del nacimiento como tal tendrá lugar el 10 de octubre.
Rodeado desde niño por algunos de los nombres más importantes de la historia del jazz, TS se decidió por las baquetas en vez de por las teclas, un camino en el que tuvo como profesores a Art Blakey y Max Roach. Vamos, un privilegio en toda regla. Junto a ellos y otros, TS fue creciendo en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado -tocando además para su padre-, hasta que en los 80 buscó cimentar su propio camino, dejando incluso que su faz de cantante saliese a escena. Eso sí, aquel camino por el R&B compartido con su hermana Barbara se cerró casi por completo después de que el cáncer se la llevase a ella.
Fue entonces cuando TS se volcó en el recuerdo a su progenitor tanto recuperando su música -también junto a aquellos que habían tocado con Monk en diferentes momentos como sucedió en el mencionado concierto de Vitoria de 1997 en el que se recreó el muy recomendable disco The Thelonious Monk Orchestra at Town Hall- como creando el Thelonious Monk Institute of Jazz, una referencia en el ámbito internacional. Todo es poco, al fin y al cabo, por un padre que además fue un genio.