LONDRES. Un terrorista suicida, Salman Abedi, detonó una bomba de fabricación casera en una salida del estadio Manchester Arena, justo después de que finalizara un concierto de la estrella del pop, lo que provocó la muerte de 22 personas, de las cuales siete eran menores.

El presidente de la corporación municipal, Richard Leese, presentó esta moción y describió a la cantante de 23 años como una "joven mujer americana para quien habría sido comprensible no querer volver a ver nunca más este lugar".

En cambio, añadió, "trajo consuelo a miles de personas y ayudó a recaudar millones para el fondo de emergencia 'We Love Manchester'", al volver a la ciudad para actuar en el concierto benéfico que tuvo lugar en junio, junto con Coldplay, Justin Bieber y Katy Perry.

La votación de la iniciativa terminó con una representación con violines, viola y violonchelo del tema "Don't look back in anger" ("No mires atrás con ira") de Oasis, que, para el alcalde la ciudad, Eddy Newman, se ha convertido en un "himno" por la forma en la que la población reaccionó al atentado.

En septiembre comenzarán los planes para levantar un memorial a las víctimas en la ciudad.