Vitoria - La sexta edición del ciclo de cámara del Conservatorio Jesús Guridi vive hoy su última cita con el público antes de abrir el paréntesis estival, que no se cerrará hasta octubre con los conciertos que protagonizarán el Dúo Cassadó (el día 5) y el contratenor Carlos Mena, que dentro de un año que está siendo más que activo en lo que a su agenda internacional se refiere, tendrá un hueco para actuar en su ciudad natal el 19 junto a la pianista Susana García de Salazar. Pero eso ya llegará. Esta tarde, los encargados de encontrarse con el público serán Carmen Martínez Guerra y Unai Insausti Eguia, quienes protagonizarán una actuación única y exclusiva para la capital alavesa.
Como es habitual, la cita será a las 19.30 horas, estando las entradas disponibles por un precio único de 5 euros, aunque cabe recordar que tanto estudiantes como personas desempleadas pueden acceder de manera gratuita. A partir de ahí, flauta y guitarra dialogarán en un programa de dos partes que se compondrá con Les soirées d’Auteuil de Napoleón Coste, Ständchen de Franz Schubert, Aire vasco de Antonio Jiménez Manjón, Musiques populaires bresiliennes de Celso Machado y Histoire du tango de Astor Piazzolla. Esta última composición y el deseo de poder realizar un dúo con guitarra fueron las razones por las que Martínez Guerra, que ya ha tomado parte en el ciclo junto al quinteto de viento Boston, invitó a Insausti Eguia para dar vida a una actuación que llevan tiempo preparando con ensayos tanto en Madrid, donde ahora reside el músico nacido en Arrasate, como en Vitoria.
“Desde el primer momento la conexión ha sido inmediata entre los dos instrumentos. Incluso me ha sorprendido cómo está sonando todo, con la naturalidad con la que nos hemos entendido”, apunta la también profesora del conservatorio gasteiztarra, sin olvidar sus otras facetas relacionadas con la cultura. “No va a ser un concierto de protagonismo de un instrumento sobre el otro, sino de un diálogo de tú a tú”, completa Insausti Eguia.
Sobre estas bases se plantea una actuación a la que también tienen que ayudar, según el subdirector del conservatorio Angel Ugarteburu, las características acústicas del aula manga del Jesús Guridi, una idea que refrenda al guitarrista al observar que el de Gasteiz “es uno de los mejores auditorios de estas características que me he encontrado”. Pero a la calidad de un programa “romántico”, a la conexión entre ambos instrumentos, a las aptitudes de los dos intérpretes y a las características del escenario hay que añadir también, como aliciente para el concierto, un componente emocional. “Para mí tocar en casa es algo que no puedo describir”, apunta Martínez Guerra. “Yo llevo mucho tiempo sin actuar en Euskadi y estar en Vitoria ahora y dentro de unos días en Donostia es como volver al hogar”, suma Insausti Eguia.
Ahora sólo queda, eso sí, que a este diálogo musical y emocional entre ambos se una el público, testigo de excepción de esta última conversación antes de las vacaciones de un ciclo que volverá en octubre.