Bilbao - El Museo de Bellas Artes de Bilbao presentó ayer la restauración de la escultura de hormigón de Eduardo Chillida expuesta en su exterior, Lugar de encuentro IV, un proyecto por el que se han interesado otros propietarios de obras del artista y que se prevé siente la base de “un protocolo común de conservación de todos los hormigones” del artista donostiarra.

Así lo ha indicó ayer la responsable del Departamento de Restauración del Museo bilbaino, María José Ruiz-Ozaita, durante una rueda de prensa en la que participó el técnico en materiales pétreos Javier Chillida, sobrino del escultor vasco. Éste ha colaborado con el equipo de la pinacoteca en la puesta a punto de esta escultura ejecutada entre 1973 y 1974 y concebida para ser expuesta en espacio públicos, lo que “complica su conservación”, indicó el director del Bellas Artes, Miguel Zugaza.

Realizada en colaboración con el ingeniero madrileño José Antonio Fernández Ordoñez entre 1973 y 1974, la obra, que fue donada por el escultor al Museo en 1982, se ubica en la nueva entrada del centro desde 1999.

En estado de suspensión y con un peso superior a las 16 toneladas, forma parte de una serie de seis esculturas creadas por el artista como espacios para el diálogo y la convivencia y que, dispersas entre Madrid, Toledo, Mallorca y Bilbao, reciben el nombre de Lugar de Encuentro. En “delicado” estado de conservación algunas de ellas, según indicó Zugaza, en la obra expuesta en los jardines del Museo bilbaino se constataron hace un año “daños producidos por la oxidación del hormigón y la corrosión de los agentes climáticos”, dijo Chillida.

Tras un “exhaustivo” estudio de su historia y materiales, se procedió a intervenir la obra a lo largo de estas últimas cuatro semanas, en las que, con “materiales compatibles con el original”, se han “sellado las zonas de desplacación”. Asimismo, se ha suministrado un material hidrofugante a la escultura con el fin de que “haya menos penetración del agua de lluvia”, apuntó el técnico especialista.

Según explicó Zugaza, el tiempo de restauración de la obra se ha aprovechado también para reparar la propia plaza en la que se ubica y a la que da nombre el escultor vasco desde el año 2000, y se han repuesto así “los elementos pétreos rotos y hundidos”.

Francisco Durrio Ruiz-Ozaita, por su parte, anunció que se procederá en la próxima semana a intervenir la fuente de Francisco Durrio (1868-1940), monumento moderno ubicado en las inmediaciones del Museo, que presenta “un problema con el circuito interno que reparte agua” que la ha mantenido apagada estos últimos ocho meses. - Efe