Vitoria - Aunque su agenda no tiene casi ningún hueco libre, José Miguel Monzón guarda un segundo para encontrarse con DNA antes de enfilar su camino hacia Mendizabala para ser parte del Azkena Rock Festival que se celebrará los días 23 y 24 de junio. “Fogerty creo que va a ser un buen telonero”, asegura en una entrevista en la que por una vez no habla de otras cosas, sino de música y de rock and roll, que ya es bastante.
¿Vienen al Azkena, según el festival, como invitados especiales?
-No sé lo que querrán decir, nosotros somos unos cualquiera.
Acuden para, a su manera, repasar la historia del rock.
-Es nuestra propuesta habitual, pero bueno, en el festival va a ser diferente. Claro, en una sala, a veces nos llegamos a tirar tres horas. En el Azkena será algo así como una hora y cuarto.
Hay que dejarle algo de tiempo a John Fogerty, Chris Isaak y esta gente, ¿no?
-Claro, claro, a los teloneros también hay que darles una oportunidad.
Del cartel, y como espectador, ¿qué le apetecería más ver?
-Yo soy contemporáneo de John Fogerty y claro. Ten presente que yo ya estaba ahí cuando la Creedence sacaba sus singles y los compraba (risas). Es evidente que, más allá de todo el resto del cartel, que él vaya a estar allí es un grandísimo aliciente para mí. Que nos telonee un hombre de esta categoría es algo a tener en cuenta.
¿Suelen tocar, por cierto, algún tema de él o de la Creedence?
-Como dice Aznar, en la intimidad. Eso sí, ahí tocamos sus temas de puta madre.
Actúan el sábado. ¿El viernes tocará disfrutar o no estarán aquí?
-Yo personalmente lo estoy intentando cuadrar para estar los dos días.
Lleva en la música desde que era un estudiante pero no sé hasta qué punto, sobre todo en los últimos años, esto se ha convertido para usted en una válvula de escape con respecto al resto de su actividad.
-Totalmente. Llevamos diez años con el proyecto de los Insolventes y se ha convertido para mí no ya en una válvula de escape como dices, que también, sino sobre todo en una autopista hacia la felicidad. No entiendo cómo puede haber alguien que un día dice que deja la música. Eso no me lo imagino. En nuestro caso, seguimos adelante y estamos contando además con el respaldo de la gente. Pero aunque no fuera así, aunque no estuviéramos llenando como ahora, no podría dejar de tocar. Es lo que más me gusta hacer y no comprendo cómo hay otros que renuncian a la música de manera voluntaria.
Para quien no lo haya visto todavía, como ‘frontman’ es de los que suda la gota gorda.
-El grupo al completo somos de darlo todo en todos los shows porque si no, esto no funciona. Ésta no es una música para tocar sentado mirando a una partitura. El rock es otra película. Además, cuando se ha dado algún concierto en el que, por algún deterioro personal, hemos salido un poco perjudicados, se ha notado. Así que hay que darlo todo y más.
Como espectador, ¿de los de barra o primera fila?
-De primera fila, sólo cuando hay bailarinas. Si no, de barra.
¿Rockero de pura cepa o escucha de todo?
-Fundamentalmente me gusta el rock, pero entendiendo la palabra en un sentido amplio. Por ejemplo, la denominación rock de mi época no es exactamente la de ahora. Entonces, englobaba todo lo que no era folclórico o canción melódica. Claro, esto te llevaba a personajes tan dispares como de Johnny Winter a Leonard Cohen pasando por Neil Young con una guitarra acústica y Kraftwerk. Eso también hacía que en los festivales de rock pudieran entrar muchas cosas. Mira cuando Miles Davis actuó en el festival de la Isla de Wight. Al final, música rock era todo aquel que tenía pelos largos, se ponía pantalones vaqueros y subía a un escenario.
Pues usted sale de traje.
-Pero eso es para dar categoría al evento. Es una puesta en escena que nos hace mucha gracia.
Por lo general actúan en salas. Lo de estar en un festival...
-En espacios grandes... en algunas fiestas populares ya hemos tocado. Pero si quieres que te diga la verdad no sé a quién se le ocurrió lo de llevarnos al Azkena. A nosotros nos hace ilusión por la gente que toca y por el ambiente que se crea. Al final, es un festival que tiene una categoría y un peso.
Hay algunos azkeneros que se han preguntado qué hace su grupo en el festival, aunque sé que esas críticas se las ha tomado con bastante humor.
-Sí, eso no me preocupa mucho. Quien no tenga interés en vernos, va a estar en un festival lo suficientemente grande como para encontrar otra cosa que ver o hacer. A mí me pasa en muchos festivales, hay grupos que te apetecen mucho y otros no tanto. Ya está. Me tomo unas cañas mientras tanto. Nosotros vamos a pasarlo bien. Es lo que me preocupa y ocupa.
¿Después descanso o el verano viene con más conciertos?
-La agenda de conciertos, la verdad, es que tiene fechas ya cerradas hasta navidades. En verano, también. Hombre, en julio desaparezco del mapa pero la primera semana de agosto estaremos en Galicia y en la segunda quincena de ese mes, como todos los años, nos iremos a Cádiz porque allí hacemos una gira por las playas.
Vamos, que en una de éstas deja todo lo demás y se dedica sólo a la música.
-Algún día habrá que jubilarse de la televisión y dedicarse sólo a la música, desde luego. Estaría muy bien. De todas formas, ya me dedico a la música todo el tiempo porque en casa estoy todo el día con la guitarra. Es como comer o beber, es un hábito que tengo incorporado. Lo de subirse al escenario es la parte final de esa relación con la música, pero no se hace sólo cuando estás ahí, sobre las tablas, sino todo el día.