madrid - La Feria del Libro de Madrid, que cerró ayer su 76 edición, aumentó sus ventas en un 8% respecto al año anterior, lo que supone una cifra total de 8,8 millones de euros, según los datos provisionales facilitados por la organización.

Unas cifras que el director de la feria, Manuel Gil, consideró “muy positivas”. “A pesar de que la Feria del Libro de Madrid es una burbuja en el mundo del libro y las librerías, sí es evidente que el clima de pesimismo que ha existido en estos últimos años parece que ha desaparecido. Asistimos a un repunte en el consumo cultural y en el consumo del libro”, explicó Gil.

En cuanto al perfil del público que visitó la Feria, que este año ha tenido como país invitado a Portugal, las mujeres son las que más leen en este país, ya que el 66% de visitantes a las feria han sido mujeres, frente al 34% de hombres.

Además, el 57% lo han protagonizado visitantes de edades comprendidas entre los 24 y los 50 años.

Cabe destacar también que un 20% de los visitantes de la Feria han sido de comunidades autónomas fuera de Madrid, lo que “consolida a la Feria del Libro como uno de los eventos impulsores del turismo cultural de la capital”, subrayaron los organizadores.

Estos datos provienen de los cuestionarios que hizo la feria a editoriales y librerías en los expositores, pero también, y por primera vez, por las casi 4000 entrevistas que hizo la organización a los visitantes a pie de Feria, durante los 17 días que duró este evento cultural.

Así, un 85% de los encuestados aseguró haber visitado anteriormente la feria, mientras que para un 15% esta 76 edición ha sido su primera feria.

Y entre los encuestados, un 55% afirmó que gastaba en libros entre 20 y 50 euros; el 27%, entre 50 y 100 euros; y el 10%, más de 100 euros.

Para Manuel Gil, cuya obsesión aseguró es “poner en valor la feria”, es muy importante tener datos. “Tenemos monitorizadas muchas cosas, también las conversaciones en la red, que se suman a estas encuestas que estamos haciendo. Los datos nos permiten conocer muchos impactos, y esto luego nos permite negociar y buscar patrocinadores, que nos hacen falta”, añadió.

El director, que este año ha estado por primera vez al frente de la feria, en sustitución de Teodoro Sacristán, explicó que el reto para la nueva edición es volver a plantear al comité organizador el tema de la aparición de nuevos formatos de libro, más allá del papel. Este año no consiguió recabar el consenso en este punto.

“Porque no solo hablamos del libro electrónico, sino de los audiolibros, que van a entrar en España con fuerza después del verano. Hay que atender a los nuevos segmentos, sobre todo al perfil de lo jóvenes”, recalcó.

Y es que otro de los datos que arrojaron las encuestas giró sobre la lectura en digital. “La lectura en digital baja un 5%, pero, cuando se pregunta sobre lectura híbrida, el papel y lo digital, el porcentaje sube al 90%, y esto revela que hay que atender la lectura en nuevos formatos”, añadió.

“Me gustaría poder contar el año que viene con una carpa que incluyera tecnologías aplicadas al desarrollo de los contenidos transmedia”, señaló.

Aunque la feria no ofrece datos sobre los libros más vendidos, si se atiende a las colas hechas para que el autor firme un libro, las más largas fueron la de Fernando Aramburu, Arturo Pérez-Reverte, Isabel Allende, Camila Läckberg, Albert Espinosa o la youtuber Luna Dangelis, otro de los fenómenos de la feria, “y otro éxito han sido también los libros de cómic”.

“Que sea imprevisible, que sorprenda, que sigamos buscando la excelencia y perseguir que sea sostenible y ecológica” son los deseos de Gil para la nueva edición de la feria, que tendrá otro país invitado, aún por conocerse. “Lisboa ha puesto el listón muy alto, así que veremos”. -Efe