Vitoria - Hace unos diez años, la gasteiztarra Toti Martínez de Lezea publicó Los grafitis de mamá, un monólogo humorístico que recogía los avatares de una ama de casa cuya ocupación principal está dentro del hogar, con infinidad de quehaceres domésticos: cuidar a los hijos, limpiar la casa, hacer la compra, cocinar, administrar el presupuesto familiar... Hoy, esa madre tiene más de 60 años y su vida ha cambiado, por lo que Toti ha decidido poner “al día” el texto. “Tiene nietos, sus hijos han crecido y llevan sus vidas, el marido se ha jubilado y está en casa, como un armario en medio del pasillo...”, bromeó.
Con la ayuda de la editorial Erein, Martínez de Lezea ha revisado y ampliado aquella obra y la ha titulado Los grafitis de mamá, ahora abuela, que en euskera se publica por primera vez como Amamaren grafitiak traducido por Miren Arratibel. Según indicó el editor Inazio Mujika, este es quizá el trabajo de Toti “que más cuida la oralidad”, hasta el punto de que “parece que nos esté hablando al oído”. También recordó que “una de las reglas de la literatura es no mezclar al narrador y al autor pero en este libro Toti está detrás de todo lo que se dice” y es imposible dejar de lado “su aspecto y su voz”. Tanto es así, que en el libro la escritora aparece retratada con su imagen real en las ilustraciones de Estibalitz Jalón.
“A las amas de casa, abuelas, madres, hijas, compañeras”, reza la dedicatoria que figura al comienzo de un texto “escrito con humor” pero que al mismo tiempo “es una crítica feroz a cómo la sociedad observa a las amas de casa que no trabajan fuera del hogar”. La autora vitoriana defendió al “ama de casa menospreciada” mayor de 50 y 60 años que no trabaja fuera de casa pero se ocupa de la casa, de los mayores, de los niños, y ahora, cuando se jubilan, también tienen que cuidar de los nietos: “No tienen vacaciones, trabajan 365 días al año pero no existen para nadie. Esas mujeres no salimos en los medios, en la publicidad ni en la televisión, donde reinan las chicas magníficas -megaoperadas, maquilladas, peinadas- que nunca pasan de los 40 años ni de la talla 38”.
Martínez de Lezea aborda esas situaciones de modo crítico pero “con humor”, ya que en su opinión, “no hace falta crisparse ni ponerse trascendental”. “Es mucho más efectivo escribir con humor que soltando un discurso sobre los derechos de la mujer”, aseveró, al tiempo que invitó a la gente mayor a ser “activa”. “Una vez que te jubilas sólo dejas de trabajar para alguien, pero no estás jubilado física ni mentalmente, y todo se potencial no se puede desaprovechar”, reivindicó.
La escritora alavesa aprovechó la rueda de prensa de ayer para presentar la decimotercera entrega de su más célebre conocida saga infantil, Nur eta Irlandarako bidaia. En esta ocasión, la joven Nur y sus amigos viajarán a Irlanda y se encontrarán con un viejo amigo, el gnomo Finn, y con el gigante escocés Banandonner. La publicación de este nuevo libro coincide con el estreno en salas comerciales de Nur eta Herensugearen Tenplua, la película póstuma de Juanba Berasategi producida por Lotura Films.