Once años después de su primera visita a Bilbao y con una formación más acorde a la que les convirtió en el grupo número uno del hard rock a inicios de la década de los 90, la banda estadounidense Guns N’ Roses regresa hoy a la capital vizcaína con un montaje mastodóntico en el que será el primer concierto que acoja San Mamés. El recital, que se iniciará a las 21.30 horas, forma parte de la millonaria gira de reunificación de la banda, en la que, liderados por Axl Rose y Slash, repasan todos sus éxitos entre una tormenta de vatios, proyecciones y pirotecnia.
Alrededor de 40.000 personas está previsto que disfruten esta noche en Bilbao de la primera de las dos citas estatales de la gira de reunificación del grupo californiano Guns N’ Roses, Not in this lifetime, que se puso en marcha el 1 de abril de 2016 y se ha convertido en una de las más exitosas y esperadas de los últimos años tras pasar por múltiples ciudades de Norteamérica, América Latina, Asia y Oceanía.
La gira, cuya segunda parada estatal será el domingo en el Estadio Vicente Calderón de Madrid, donde las entradas se agotaron hace ya semanas, arrancó su periplo europeo el fin de semana pasado en el Castillo Slane de Dublín, donde la banda realizó un homenaje al recientemente fallecido vocalista Chris Cornell al interpretar Black hole sun, uno de los éxitos de Soundgarden, una de las bandas que lideró. El nombre de la gira (No en esta vida) hace alusión a la respuesta que Axl ofreció a un periodista en 2012 al ser cuestionado sobre una posible reunificación del grupo original.
Las rencillas entre Axl y el resto del grupo, principalmente con Slash, parecen haberse olvidado. Tras su estreno vasco en 2006, en Kobetamendi, cuando solo su vocalista original estaba al frente de una banda de mercenarios que echó por tierra el legado de una banda mítica en el festival Bilbao BBK Live, ahora parece que sí, que la maquinaria está ya en marcha y viene con toda su fuerza y engrasada. Con Axl al frente, y junto a los miembros de la formación original Slash (guitarra principal) y Duff MacKagan (bajo), la mítica banda norteamericana, reunida de nuevo, hará temblar San Mamés en un reencuentro inédito.
21.30 horas La voz chillona de Axl y los solos sucios de guitarra de Slash sonarán a partir de las 21.30 horas tras las actuaciones de Tyler Bryant & The Shakedown y Mark Lanegan Band, que se iniciarán dos horas antes. Ayer quedaban todavía algunas entradas de pista, al precio de 108 euros, con gastos incluidos, y bastantes más de las diferentes tribunas, con un coste de 85 euros aunque sin incluir los gastos de distribución.
En esta gira, el grupo es un septeto liderado por los citados tres miembros originales, a quienes secundan un cuarteto de mercenarios de lujo formado por los teclistas Dizzy Reed y Melissa Reese, el batería Fran Ferrer y el guitarrista Richard Fortus. Todos ellos tienen una amplia experiencia de apoyo a diferentes grupos y artistas, y alguno lleva con Axl desde la década pasada.
La banda realizará un repaso pormenorizado (la duración prevista supera las dos horas) a su discografía, con paradas especiales en sus dos discos clásicos: el debut, Apettite for destruction, del que suelen interpretar Welcome to the jungle, Paradise city, Mr. Brownstone o el inolvidable Sweet child O’ mine; y el doble Use your illusion, con las obligadas Could you be mine y November rain a la cabeza. El repertorio suele incluir también varias versiones, del Live and let die, de Wings con Paul McCartney, a Knockin’ on heaven’s door, de Bob Dylan, sin olvidar a grupos punk como The Damned, del que rescatan New rose. A veces, incluso se atreven con Wish you were here, de Pink Floyd.
consejos La organización, que recuerda que los menores de 16 años deberán ir acompañados de un adulto, aconsejan acudir con tiempo al estadio, cuyas puertas se abrirán a las 18.00 horas, con “tranquilidad y con la entrada visible”, para facilitar el trabajo de los responsables de controlar la seguridad (los registros serán exhaustivos) y aligerar los accesos.
Policía Municipal y Ertzaintza han dispuesto un dispositivo especial para garantizar la seguridad del evento. Su actividad se centrará en asegurar los flujos de personas que accedan al estadio. Para ello se realizará desde las primeras horas de mañana una vigilancia específica del transporte público y de las calles periféricas al recinto de San Mamés. Las mismas fuentes recuerdan que no se admitirá el acceso al interior del recinto de paraguas grandes, palos de selfie, objetos punzantes, alcohol, mochilas, bolsas y otros objetos “que puedan resultar peligrosos o molestos”.