Vitoria - Fue el año pasado cuando la Fundación Vital, retomando de alguna manera el camino que durante años llevaron a cabo las cajas de ahorro del territorio de las que es heredera, puso en marcha un nuevo concurso enfocado a los creadores alaveses, un certamen bautizado como Arte Vital que justo ahora acaba de concluir su segunda entrega, aunque tanto la exposición colectiva que se ha realizado con las obras seleccionadas como las futuras muestras que se llevaran a cabo como parte del premio harán que la convocatoria todavía tenga un largo recorrido a lo largo de los próximos meses.

Lucio Hernández de Miguel, por su obra al óleo y acrílico Lucha, ha sido el artista ganador de este año, una distinción que, en lo económico, se traduce en una aportación de 2.000 euros. La suya ha sido la propuesta ganadora dentro de las 73 presentadas, una elección que ha estado en manos de un jurado compuesto por el historiador de arte Santiago Arcediano, el pintor José Antonio Fiestras, el escultor Iñigo Arregui, y la presidenta de la Asociación Fotográfica Alavesa, Rocío López Fernández. No en vano, son estos tres ámbitos -pintura, escultura y fotografía- los que centran la atención del certamen, que, como explica Vital, “pretende dar la oportunidad de darse a conocer a nuevos exponentes del arte en el territorio”.

Dentro del palmarés establecido y que se dio a conocer ayer por la mañana, el segundo premio, dotado con 1.500 euros, ha ido a parar a Jennifer Custodio Pérez (que ya fue premiada el año pasado) por su fotografía hecha con Polaroid Estigma, mientras que el tercero, de 1.000 euros, ha recaído en Sara Berasaluce Duque y su instantánea Forget. Se da la circunstancia, nada casual por otro lado, de que ambas, aunque en ediciones anteriores, también han sido ganadoras del concurso Gazte Klik Klak.

Los jueces del certamen, que en la lectura de su fallo destacaron tanto la alta calidad artística de las obras presentadas como su variedad, han decidido otorgar también dos accésits de 500 euros cada uno a Miguel Alfredo Hernández Busto (Zirika) por Banaketa, una escultura de madera, y a Iñigo Fernández de Pinedo Eguiluz (que también consiguió ser premiado el año pasado por la Fundación Vital) por su óleo Por la fuerza de una mano.

Además del galardón en metálico, la organización cederá a los autores de las obras galardonadas una sala de exposiciones para la realización de una muestra conjunta durante su programación de 2018. Por otra parte, el jurado ha realizado una selección de los trabajos presentados al concurso que están expuestos desde ayer hasta el 26 de junio en la Sala Luis de Ajuria, ahora ubicada en la plaza de los Fueros.