No es nada sencillo y menos teniendo en cuenta los tiempos que corren para la sociedad en general y la cultura en particular. Aún así, la galería madrileña Lorenart está celebrando este 2017 su vigésimo quinto aniversario, un cuarto de siglo a conmemorar también en aquellas ciudades que a lo largo de cada año se convierten en sedes temporales de la sala. Es el caso de Vitoria, que entre mañana y el lunes acoge por cuarta vez al proyecto del que es responsable Ernesto Gutiérrez.
En concreto, será el hotel Canciller Ayala quien acoja las 110 obras que la galería desplazará a la capital alavesa, piezas que se podrán ver y, por supuesto, comprar a lo largo de estas jornadas, siendo el horario todos los días de 11.00 a 21.00 horas.
La pintura será la gran protagonista con creaciones, entre otros, de Sorolla, Ramón Casas, Santiago Rusiñol, Zuloaga, Arteta, Baroja, Menchu Gal... a lo que hay que sumar la presencia de las esculturas de Jorge Oteiza. “Como pasa siempre en nuestras actividades, quienes acudan van a poder encontrar una gama muy amplia de precios”, desde los 600 euros de las acuarelas de Benjamín Palencia al millón de euros de un Millares.
“Si algo podemos destacar como sello de esta galería a lo largo de estos 25 años es la seriedad. Igual no podemos presumir de grandes éxitos ya que ahora mismo estamos satisfechos subsistiendo, pero siempre hemos sido serios y responsables, intentando además abrir nuevos caminos”, como estas salidas a ciudades como Vitoria, Sevilla, Logroño, Bilbao... “El mercado ha estado muy duro todos estos años, algo que se ha visto en cualquier sector. Lo que nosotros hemos hecho es intentar adaptarnos a la nueva situación. Es cierto que los márgenes de beneficio son mínimos pero seguimos aguantando y haciendo exposiciones en distintos puntos de España, al margen de que luego, por supuesto, acudimos a las ferias más importantes”.
En el caso de la capital alavesa, en sus viajes anteriores Lorenart ha contabilizado unas 2.000 visitas de media. Ahora, la galería regresa con más alicientes para ver y comprar, y de paso celebrar su aniversario.