Vitoria - En la base, lienzos construidos con trozos de ropas, de prendas que, más allá de su calidad o precio, son utilizadas por cualquier persona, ya esté en la supuesta cúspide social o en lo más bajo. Sobre ese soporte reutilizado y que a todos iguala, óleos que toman como punto de partida fotografías e imágenes de los medios de comunicación, teóricas huellas objetivas de la realidad a las que, antes de pintar, se les somete a un proceso de modificación y collage. Así, con el humor como herramienta y la reflexión como fin, se construye la crónica diaria de una España que se retrata en 50 pecados capitales, exposición que devuelve desde hoy hasta el próximo 9 de junio a Rubén Díaz de Greñu Marco a su Gasteiz natal.

En concreto, es la Escuela de Artes y Oficios la que, por tercera vez, abre sus puertas al creador y productor audiovisual, fotógrafo y pintor residente en Madrid. Lo hace, además, en una situación nada habitual en el centro puesto que son contadas las ocasiones en las que un único artista ocupa sus tres espacios expositivos. Una treintena de obras -cuyo formato quiere responder también a esa manera cuadrada de generar y observar imágenes a la que obligan ahora las redes sociales como Instagram- componen una propuesta comisariada por Celinda Ojeda González, una producción que nace “de la necesidad de hacer algo ante tanta queja” que se queda en el olvido, como ella explica.

“Soy de los que sigue pensando que el arte puede cambiar el mundo”, dice el autor, “y qué mejor que intentarlo desde una escuela de arte como ésta”. Como mínimo, se busca, tras el primer impacto, tras la risa inicial, una llamada de atención y, en consecuencia, de reacción. “Aquí trato el humo como un vehículo para hacer no sólo para decir”.

Desde esa premisa, Díaz de Greñu Marco construye en Artes y Oficios un relato, una narración sobre la realidad que se plasma en las noticias de los medios, sobre las apariciones y acciones de sus representantes políticos, pero también sobre otras cuestiones más dispares. Todo hasta cerrar la senda en las palabras del artista y comisario Julio Hontana Moreno. “Es cierto que igual el espacio expositivo de la escuela es difícil, pero hay que hacer de la necesidad virtud” apunta el creador, que en varias ocasiones repite su agradecimiento hacia un centro que siente cercano en muchos sentidos.

Con todo, ahora es el momento del público, de aquellos espectadores que acepten la invitación para adentrarse en este recorrido satírico y crítico realizado a partir de “una iconografía que todos conocemos”, según la comisaria, sirviéndose en muchas de las pinturas del “lenguaje publicitario” que confiere al resultado final un “cierto aire pop”.

La muestra supone la penúltima propuesta de Artes y Oficios en lo que se refiere a la actual temporada expositiva. Eso sí, cabe recordar que el centro se encuentra ahora en pleno proceso de matriculación de cara al próximo curso, un 2017-2018 en el que los autores propios y los invitados -como es el caso ahora- volverán a reclamar la atención del público.