Vitoria - Lo que está usted leyendo es un periódico. Usted sabrá cómo lo lee. Si empieza por la contraportada, si va de manera directa a la sección que le interesa, si sólo se fija en las primeras líneas de cada noticia, si vuelve a los textos e imágenes por una razón o por otra, si se asoma a estas u otras páginas de manera distinta un día entre semana o cuando está descansando de su actividad laboral diaria... Y para que este periódico se haga realidad son muchas las cosas que tienen que suceder, desde los procesos de obtención del papel hasta el reparto de ejemplares... Explicarlo sería largo e incluso complicado, pero es justo lo que Artium quiere hacer con el arte contemporáneo en su nueva exposición, en una muestra que se inaugura hoy, justo cuando el museo celebra su decimoquinto aniversario.

El arte y el sistema (del arte) es un intento por ofrecer una perspectiva lo más amplia posible de lo que supone el trabajo de un centro de arte contemporáneo, para lo que Artium se pone como ejemplo así mismo y a la colección permanente que la Diputación Foral de Álava comenzó a conformar a mediados de los años 70 del siglo pasado. Para ello, la propuesta, que se puede visitar hasta el 1 de octubre, se divide en dos partes diferentes en cuanto a presentación, contenido e incluso ubicación dentro del edificio de la calle Francia.

En la sala Sur, compartiendo nuevo suelo con Juan Pérez Agirregoikoa, se encuentran 44 obras, las 44 piezas de los fondos alaveses que más veces se han expuesto y que en más ocasiones han sido prestadas a otros espacios para muestras temporales. Son, por tanto, las más significativas, aunque hasta ahora nunca se habían podido ver todas juntas. Son creaciones, entre otros, de Picasso, Joan Miró, Esther Ferrer, Miquel Barceló, Eduardo Chillida, Dalí, Cristina Iglesias, Oteiza, Tàpies, Saura, Vicente Ameztoy, Francisco Ruiz de Infante, Juan Hidalgo, Dora García, Juan Mieg y José Luis Zumeta. Su único acompañamiento son los 44 textos que otros tantos escritores, críticos y expertos han escrito -uno por cada obra- desde un punto de vista emocional, casi íntimo, palabras firmadas, por citar algunos nombres, por Mery Cuesta, Ismael Manterola, Fito Rodríguez, Fernando Illana, Sara González de Aspuru, Blanca de la Torre y Eduardo García Nieto.

Aquí se quiere resaltar el objeto de la obra de arte sin ningún otro aliciente. No hay un discurso común, no se trata de una colectiva temática, no hay más interés que dejar que cada pieza por sí misma se encuentre con la persona que tiene delante. Justo es ése el objetivo de los tres comisarios de la muestra, Daniel Castillejo, Javier Iriarte y Enrique Martínez Goikoetxea.

En la segunda parte, eso sí, quedan en un segundo plano formas y fondos. Se trata aquí de hablar de todo aquello que sostiene al sistema del arte. Por ejemplo, siguiendo con el propio Artium como conejillo de indias de esta exposición, cómo ha sido la evolución de las compras de la colección permanente desde su puesta en marcha hasta ahora, un gran gráfico que es todo un altar a los efectos de la actual crisis económica. O hasta dónde han viajado las obras de la colección a lo largo de estos 15 años. O cuánto cuestan los seguros (en 70 millones de euros anda el valor de los fondos) o lo que por cuánto se compraron en su día las 44 obras expuestas en la otra parte y lo que se han revalorizado en estos años. O... sin duda, un ejercicio didáctico que incluso aquellos ciudadanos más alejados del arte encontrarán interesante, sobre todo porque está relatado de una manera sencilla y entretenida, también en el aspecto estético.

“Cuando sales, ves que Artium es una institución hacia la que existe un gran respeto, es algo que yo he mismo he podido percibir; y nosotros también tenemos que saber valorar lo que hace este museo”, subraya Ramiro González en su doble faceta de diputado general y presidente de la fundación del centro de arte contemporáneo. Es más, recuerda que a la calidad de la acción del espacio y a su esfuerzo de investigación y difusión hay que sumar “que para el territorio es rentable económicamente”.