Desde 2002, el calendario siempre marca abril como un mes especial por un doble motivo para la biblioteca de Artium. El primero es, como pasa con el resto del museo, la celebración de su aniversario. Esta vez toca soplar 15 velas. El segundo, la llegada del Día del Libro, lo que se traduce en no pocas actividades: lecturas públicas, apertura de exposiciones bibliográficas, liberación de títulos... “Al principio, había mucha gente que nos decía que no sabía si venir porque no era especialista en arte contemporáneo y no sabía qué podía encontrar aquí”, recuerda Elena Roseras. “Por eso lo primero fue hacer labores de acercamiento, mostrar que esto era y es un espacio accesible para todos. Hemos quitado todas las barreras posibles”. El resultado es que el año pasado hubo 225.980 consultas a su catálogo bibliográfico y al servicio de DokuArt, a lo que hay que sumar 11.350 usuarios físicos.
El arte y la cultura contemporánea son el fundamento de esta otra colección del proyecto de la calle Francia, unos fondos que arrancaron en 2002 con 6.000 títulos procedentes del Museo de Bellas Artes de Álava y que ahora están compuestos por 62.900 referencias bibliográficas entre libros, cómic, carteles, folletos, dossiers de artistas, material audiovisual... A ello hay que sumar, como explica la responsable de la Biblioteca y Centro de Documentación de Artium, la catalogación que se hace de artículos de medios especializados y la documentación que sobre el museo se publica en prensa.
“Siempre hemos querido ir evolucionando y ser una biblioteca activa, intentado aprovechar las sinergías derivadas de las tecnologías de la información y la comunicación para convertirnos en un centro impulsor de actividades” apunta Roseras, objetivos que se traducen en diferentes ejemplos. Sucede así con la propia actividad de Artium. La biblioteca tiene catalogadas todas las actividades organizadas por el museo desde 2002 (más de 3.700 conferencias, exposiciones, conciertos...), así como un archivo fotográfico sobre estos años compuesto por 23.800 imágenes. Este material se está digitalizando y estructurando para ponerlo a disposición de cualquier usuario a partir de 2018. De hecho, desde 2005, cualquier persona puede acceder al gestor de contenidos en software libre DokuArt, donde, entre otras cuestiones, se puede consultar la información disponible sobre todos los artistas de la colección o que han participado en una muestra, a lo que hay que sumar un archivo sonoro en el que se recopilan, entre otras cuestiones, grabaciones de visitas guiadas de los creadores en las aperturas de sus producciones, conferencias...
Al mismo tiempo, al cabo del año, se llevan a cabo ciclos y programas como Letras para el Arte, Entorno al Cine y el Club de Lectura, sin olvidar la veintena de muestras bibliográficas (la última es El libro, testigo cultural) producidas por la biblioteca y que no sólo se quedan entre las paredes del museo ya que varias han itinerado por distintas localidades del territorio.
Por si fuera poco, en 2002 se impulsó la primera edición de los bienales Encuentros de Centros de Documentación de Arte Contemporáneo, un foro para reflexionar, debatir y compartir experiencias que sirve además para establecer sinergias con las bibliotecas de otros espacios de creación (el último, tuvo lugar el pasado otoño). “Con el paso de los años hemos visto que la gente del propio sector nos reclaman que los sigamos haciendo. Tratamos los temas que en cada momento nos pueden interesar a los profesionales de estas cuestiones”. En este contexto Artium propuso en 2006 aprovechar cada año el Día del Libro para realizar una liberación de títulos (bookcrossing) sobre arte en la que desde entonces participan entre 50 y 60 bibliotecas de museos y centros de creación.
“Además, estos encuentros han derivado en relaciones que se mantienen a lo largo del año. Para nosotros hay dos herramientas esenciales en nuestro trabajo diario: la innovación y la colaboración para optimizar nuestra gestión y recursos. Innovar es una filosofía fundamental, desde lo más pequeño hasta los proyectos más importantes”, apunta la responsable del servicio, quien recuerda que la biblioteca alavesa también acude a diferentes congresos, jornadas y grupos de trabajo, lo que le ha llevado por ahora, a exportar el museo alavés a ciudades como Chicago, Bergen, Goteborg, Florencia, Budapest...
Todo esto se lleva a cabo por un equipo humano formado por cinco mujeres. “Para nuestra filosofía es fundamental que disfrutemos con lo que hacemos y, por ahora, lo estamos consiguiendo”, dice Roseras, señalando al usuario como el protagonista esencial de ese esfuerzo. “Viene gente joven, universitarios, investigadores, aficionados al cómic, al cine, interesados en la arquitectura o el diseño... El perfil es muy variado”, sobre todo tras la puesta en marcha del sistema de préstamo de fondos, lo que se limita a DVD y cómic ya que de los libros de arte, por sus características y precios, lo normal es solo contar con un ejemplar para consulta en sala. Con todo, en 2016, el número de fondos prestados fue de 10.600.
Para alimentar la colección se recurre tanto a la compra como a la donación y el intercambio con más de un centenar de museos, universidades y centro de arte estatales e internacionales. “Somos una herramienta que necesita el museo, un soporte tanto para Artium como para la sociedad en general”, sostiene Roseras. Así viene siendo desde hace 15 años y por ese camino se busca crecer de cara al futuro de la biblioteca.