barcelona - El actor estadounidense Richard Gere lamentó ayer que el presidente de Estados Unidos sea Donald Trump: “Es una época muy humillante para nosotros: tener un presidente así, pero hay un grupo que confía en él”. A su juicio, la situación política en Estados Unidos es “confusa, compleja y descorazonadora”, dijo en la presentación de la película Norman, el hombre que lo conseguía todo, de Joseph Cedar, en el nuevo Festival Internacional de Cine de Barcelona-Sant Jordi.

“Por un lado, es el presidente de Estados Unidos y queremos que tenga éxito y sea buen presidente, pero por otro, no tiene las cualidades necesarias para ser buen presidente”, expuso Gere, que lamentó que, pese a tener un grupo que le apoya, sus decisiones políticas son diametralmente opuestas a la opinión de muchos. No obstante, subrayó que no es el único caso en el mundo en desafiar las leyes de la naturaleza, “seguir impulsos animales” y tener una actitud egoísta, del yo, mí, me, conmigo, y no importarle el resto del mundo.

Preguntado por la corrupción sobre la que versa la película y su relación con Hollywood, dijo que mucha gente tiene la idea de que América y Hollywood son Sodoma y Gomorra y que es un lugar horrible donde se cometen cosas tremendas, pero avisó: “Todos somos iguales. Lo mismo sucede en todas partes, con los mismos problemas”. Aseguró que todas las personas quieren lo mejor para sus hijos, quieren la igualdad: “Esencialmente, los seres humanos somos iguales estemos donde estemos, y las diferencias entre nosotros son muy pequeñas”.

Norman Sobre la película, explicó que le cautivó el desafío de poder representar al personaje de Norman, al ser “totalmente nuevo y emocionante”. Remarcó que en hindú la palabra actor se refiere a una marioneta, algo que señaló que no necesariamente es verdad porque “el personaje es el que se convierte en marionetista” y dicta sus propias necesidades. Relató que para encontrarse con el personaje se encerró con su director en una pequeña habitación sin ventanas durante dos días y hablaron sin fin hasta que Norman emergió decidiendo por sí mismo qué ropa iba a llevar, qué postura corporal tendría y hasta una fiosonomía con unas orejas protuberantes. - E.P.