Vitoria - Los últimos ensayos siguen, pero Urko ya tiene la mente puesta en su cita en el Principal. “Tanto el público como nosotros vamos a disfrutar”, dice seguro el intérprete. La cita será a partir de las 20.00 horas con las entradas disponibles por 15 y 10 euros.
¿Cómo nació el año pasado este ‘Urko herrikoi’?
-Después de una temporada de tranquilidad y descanso, pensé en este formato de Urko con bandas de música. Primero hice un recital en Irún, con la banda municipal de allí que es muy buena, y después otros dos recitales con la Banda Municipal de Bilbao, uno en Abandoibarra y otro en Donostia. Los dos fueron un éxito terrible de público. Ahí fue cuando nos planteamos ofrecer nuestro trabajo a otras bandas. Al final, los arreglos realizados por Iñaki Urkizu para banda de 18 de mis canciones ya estaba hecho y nos dirigimos a varias formaciones para ver si les podía interesar. Y la Banda Municipal de Vitoria respondió que por supuesto.
¿Qué difícil resumir una trayectoria como la suya sólo en 18 temas?
-Sí, sí. La selección la hemos hecho pensando, primero, en coger canciones que tengan mucha expresividad en lo musical y que den una imagen más o menos completa de lo que he sido en estos años. Por lo menos, que lo hagan de una parte de Urko, porque hay otra más intimista que, en este caso, se queda fuera. Aquí, en este formato, está el Urko popular, el Urko de las canciones que más o menos todo el mundo conoce y que puede cantar. Además, el público se va a encontrar en los asientos los textos de las canciones para poder seguirlas. Sí es complicado hacer el resumen, pero bueno, son 18 canciones, que tampoco está mal, y 18 partituras que, además, se queda también la Banda para que las toque siempre que quiera.
¿Trabajar cada vez con unos músicos distintos no resulta muy complicado?
-Las bandas, básicamente, son producto de su director. Es el que marca la impronta de la banda, más allá de que en las formaciones con las que he tocado me he encontrado con muy buenos músicos. Con todo, te diré que, por lo menos para mí, es más complicado tocar con una banda de 60 músicos que con mi grupo de cuatro o cinco intérpretes, porque con ellos, lanzas una mirada y todos nos entendemos. Pero, ¿cómo haces eso cuando detrás tienes a 50 o 60 músicos? Acabas casi con estrabismo, mirando al director, a la banda, al público... Y tienes que estar muy atento porque la banda es un tren que te pasa por encima. Es un desafío, eso sí, maravilloso. Ahora tengo la suerte de que puedo hacer, más o menos, lo que me apetece y dar espectáculos en los cuales la gente disfrute mucho. No sé cuándo volveré a Vitoria, no sé si ésta será la última vez, pero vamos a disfrutar.
De todas formas, ¿cómo reacciona el público a temas de siempre interpretados de otra manera?
-Hemos cuidado muchísimo que las canciones conserven su alma original y los arreglos están realizados desde esa idea para poder ofrecer canciones muy vivas. Te aseguro que la gente se va a poner de pie y va a cantar estos temas. Pero es que no tengo ninguna duda. Las canciones están pensadas para favorecer la participación del público y a eso tienes que añadir la calidad de la Banda. La gente debería ir al Principal a disfrutar de esta pequeña historia mía en la música, de estos cuarenta y pico años. Creo que va a merecer la pena.
Se dice pronto que uno lleva cuatro décadas en la música. Me decía que ésta puede ser su última visita a Gasteiz. ¿Por qué?
-Es que llevo retirándome 20 años (risas). A mi amigo Ramón Etxezarreta, cuando era concejal, le dije un día: Ramón, lo voy a dejar, así que vamos a hacer un concierto especial en Donostia y ya está. Él me dijo que por supuesto, lo montamos, me despedí y aquí sigo después de 21 años. Cada vez que me ve me dice: ¿qué, el último, no? (Risas). Pero bueno, más allá de eso, creo que han sido 40 y pico años muy fructíferos. Estoy muy contento de todo lo que he hecho en mi vida musical, he sabido echarme a un lado cuando tocaba, he sabido estar en la punta de lanza en los años más duros cuando había que estar ahí luchando. Lo que te garantizo es que siempre he cuidado la calidad de la música. Y ahí sigo. La verdad es que creo que estoy en un momento muy feliz de mi vida.