Vitoria - No hay vacuna ni aspirina que cure la Cervantina canta Ron Lalá desde el año pasado, cuando estrenó, junto al Compañía Nacional de Teatro Clásico, un último espectáculo con el que el grupo está a punto de hacer las mátelas para marcharse al otro lado del Atlántico. Eso sí, antes de viajar a Bogotá, sus pasos se encaminan hoy hasta la capital alavesa para tomar parte en la programación invierno-primavera de la Red municipal de Teatros.

En concreto, la cita con los espectadores se producirá a partir de las 20.30 horas en un Principal que todavía tiene entradas a la venta -aunque el patio ya está agotado- por 18, 12 y 6 euros. Allí estarán esperando los componentes de una compañía que en tierras alavesas ya han dejado en no pocas ocasiones buenas dosis de su marca de la casa, esa unión de música, humor y teatro que ahora vuelven a poner al servicio de Miguel de Cervantes con esta Cervantina, como ya hicieran con En un lugar del Quijote.

Mientras canta vecinas atender, vecinos escuchar, Cervantes nos da sed de libertad, Ron Lalá califica a la cervantina como un virus cuyas consecuencias se traducen en cordura y cultura. Una enfermedad a extender por diferentes escenarios, como va a suceder en la capital alavesa, desgranando “una fiesta de piezas breves que reúne sobre el escenario las adaptaciones ronlaleras de algunas novelas ejemplares y entremeses, además de fragmentos de piezas menos conocidas”, según explica el grupo.

Así, bajo la dirección de Yayo Cáceres, Juan Cañas, Íñigo Echevarría, Miguel Magdalena, Daniel Rovalher y Álvaro Tato harán de las suyas sobre las tablas de la calle San Prudencio.