- Hace un par de semanas, la cuadragésimo primera edición del Festival de Jazz de Gasteiz puso de largo el cartel que desarrollará del 11 al 15 de julio en Mendizorroza, el Principal y el resto de secciones del certamen. Es más, desde el pasado día 22 están a la venta los primeros abonos -tanto numerados como normales- y las entradas para cada día. Eso sí, ningún evento -por mucho prestigio y trayectoria que atesore- está exento de las caídas de cartel, como esta vez le ha sucedido a la cita vitoriana, más allá de que, en este caso, más de uno piense que se gana con el cambio.
El nuevo manager del guitarrista norteamericano Robben Ford -que ayer por la noche estaba tocando en Reino Unido antes de volver a Estados Unidos- ha decidido que no le interesa que su artista regrese a Europa este verano, así que ha cancelado las fechas previstas, incluyendo la de la capital alavesa, según explicó ayer el certamen. La situación obliga por tanto a cambiar los planes de la doble sesión del miércoles 12 de julio, que seguirá contando con el californiano Larry Carlton, aunque ahora el también guitarrista pasará a ser el primero en actuar esa noche.
Tras él, llegará el bajista Stanley Clarke, aunque sería casi una ofensa tratarle como el sustituto. El músico de Filadelfia pasará así a ser quien ponga la guinda a la cita de Mendizorroza. De todas formas, como la taquilla ya está funcionando, el Festival de Jazz quiere que si algún espectador no está contento con el cambio y ya tiene su pase en la mano, puede solicitar la devolución del dinero correspondiente, lo que tiene que hacer a través de la dirección de e-mail jazzvitoria@jazzvitoria.com.
Clarke, que el año pasado se hizo cargo de la banda sonora de Barbershop: The Next Cut tras publicar en 2015 el recomendable D-Stringz junto a Biréli Lagrène y Jean-Luc Ponty, regresará así a una capital alavesa en la que actuó por última vez en 2009, también en el marco del certamen. En aquella ocasión, lo hizo junto a Marcus Miller y Victor Wooten, aunque para recordar su primera visita al festival -con Miroslav Vitous- hay que echar la vista atrás a 1984, más allá de que sus últimas apariciones en Euskadi y en el Estado han sido más recientes.
Referente del jazz rock y pionero en la electrificación del bajo, la extensa y reconocida trayectoria del norteamericano sigue imparable a sus 66 años de edad. Ese pasado y este presente serán los que coincidan en la doble sesión del 12 de julio, la que sobrevivirá a la espantada de un Ford que estará girando por Estados Unidos hasta junio.
Por lo demás, el evento gasteiztarra sigue con normalidad su camino con la mirada puesta en una cuadragésimo primera edición que es de esperar no tenga más sobresaltos o que si los tiene sea para bien.