El estilo de los presentadores y conductores de programas en la tele define su grado de aceptación, empatía y profesionalidad por parte del gran público con el paso del tiempo. Cientos y cientos de presentadores en la historia de los más de sesenta años de tele, durante muchos años en régimen de monopolio y hace unas décadas con las teles privadas luchando por buenos resultados y buenos dividendos, son ejemplo de un diferenciado abanico de modos y maneras.

Anne Igartiburu, la muchachita de Elorrio que dejó la recepción de una empresa gipuzkoana por los platós del naciente canal autonómico Euskal Telebista y Juanma López Iturriaga que tras una exitosa carrera de triunfos deportivos en el baloncesto profesional se plantó ante las cámaras, son dos ejemplos de presentadores de la tierra que han sabido desarrollar estilos de decir, de hacer y de comunicar muy aceptables y con éxitos rotundos en el caso de la bizkaina y más agitados en el de Juanma.

Son dos modelos de aprendizaje silencioso y reflexivo en pos maneras propias de relacionarse con el público, que descubren una vez más prácticas de aprendizaje y desarrollo profesional de personajes televisivos vascos que han logrado rotundos éxitos. Ramón García, Patricia Gastañaga, Iñaki López, Carlos Sobera, Patxi Alonso, Adela Gonzálz, Emma García, Jorge Ferández dieron el salto a la capital, donde se cuece el negocio de la tele, de sabrosos contratos y éxito de audiencia. En la noche del miércoles dos presentadores de la tierra llevaron con soltura y desparpajo la gala de Inocente, Inocente que una vez más enganchó con el generoso y solidario personal. Cada uno de los personajes mediáticos con estilo propio, a lo suyo, marcó una noche de tele diferente al resto del año, producida por cuarto año consecutivo por RTVE. Triunfo del empeño, voluntad y rigor profesional. Y para terminar 2016: urte berri on denoi!