Vitoria - Como ella misma anunció hace unos días, la concejal de Cultura Estíbaliz Canto compareció ayer en el seno de la comisión municipal del área para describir el calendario diseñado por la empresa guipuzcoana Emun Kultura Zerbitzuak para llevar a cabo la configuración del que debe ser el primer Plan Estratégico de Cultura para Gasteiz, una hoja de ruta que DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ya publicó hace unos días y que marca diciembre de 2017 como el mes en el que todo el proceso tiene que estar terminado, siempre y cuando los plazos establecidos se cumplan de manera fiel.
Eso sí, debería ser en noviembre cuando el Plan como tal -cuya aplicación se extenderá hasta 2021- y el Consejo de Cultura nacido a partir de él estén ya configurados. Es más, según Canto, es posible que algunas primeras medidas se puedan empezar ya a aplicar en 2017. Claro que para llegar a ese punto va a ser necesario llevar un trabajo intenso que va a tener tres vértices de referencia. Por un lado, una persona que se encargará de coordinar el proceso y que, de momento, no tiene nombre y apellidos. Por otro, un grupo motor que estará formado por entre 10 y 12 personas y donde deberían convivir técnicos municipales, agentes culturales (tanto individuales como colectivos y privados) y un representante tanto de la Mesa Sectorial de la Cultura en Álava Mahaia como de la asociación vasca Karraskan. Y por último, otro grupo de expertos, punto de encuentro de tres personas “de reconocida trayectoria”.
Cabe recordar que, hasta el momento, el Ayuntamiento ha hecho un trabajo de carácter interno para recopilar las aportaciones, reflexiones y consideraciones de los propios trabajadores municipales, una información que no se quiere hacer pública fuera del Consistorio, por lo que el equipo de gobierno y los partidos de la oposición formarán una mesa de trabajo a puerta cerrada para compartir el informe.
La idea municipal pasa, tras nombrar al sustituto -todo hace indicar que será una mujer- de Enrike Ruiz de Gordoa como director del departamento (ya que se jubila el 31 de este mes), por nombrar en enero a esa figura de coordinador del proceso, establecer los contactos con el tejido cultural de la ciudad y poner en marcha los dos grupos mencionados. A partir de ahí, y con la mirada puesta en febrero, marzo y abril, se va a proceder a volver a consultar a los trabajadores del Consistorio, realizar entrevistas con los partidos políticos y llevar a cabo sesiones presenciales con los agentes culturales a través de grupos temáticos y sectoriales. Con todo ello, se tiene que establecer un mapa de recursos humanos, espaciales y empresariales, un informe con las necesidades del sector, y un análisis de los datos obtenidos que a lo largo de abril cristalicen en un diagnóstico consensuado. Después, se realizarán una serie de reuniones para tener ya el Plan y definir el futuro Consejo de Cultura, algo que concluirá en julio. En septiembre se procederá a los últimos encuentros para contrastar el proceso, lo que debe dar en octubre como resultado un informe completo del camino recorrido así como la elaboración del documento sobre el que se base la constitución del Consejo de Cultura. A todo ello se le tiene que dar el respaldo definitivo en noviembre, cerrándose la hoja de ruta de manera oficial en diciembre.
Ante esto, tanto el Partido Popular como EH Bildu, desde el apoyo a la creación del Plan puesto que lo consideran una herramienta importante, echaron en cara a Canto la falta de información que se ha producido hasta ahora, así como el retraso de 18 meses para el proyecto más importante de la legislatura. Por su parte, Podemos reclamó que no se deje ninguna opinión fuera.