Vitoria - Cuando en julio de 2014 vio la luz Elvira (una extraña pasión). La Casa de las Jaquecas, Txema Sandoval lo dejó claro: aquel título era el arranque de una trilogía sobre la familia pero no el primer libro escrito dentro de ella. A finales del año pasado, el actor, escritor y librero dio un segundo paso con el lanzamiento de Ramajhani. La Casa de los vientos, y ya entonces avanzaba que la tercera novela iba a ser la más diferente y dura. Este miércoles, el camino se cerrará por fin. Silencio culpable. La Casa de los Robles (Arte Activo Ediciones) está a punto de hacerse realidad entre las manos de los lectores después de tanto tiempo esperando.

En concreto, el acto de presentación tendrá lugar en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa a partir de las 20.00 horas, siendo la entrada gratuita hasta completar el aforo. Allí estará Sandoval dispuesto a desvelar algunos de los secretos del cierre de la trilogía, acto en el que estará acompañado por Iñaki Ortubay.

Esta última entrega, que como las anteriores se puede leer de manera individual aunque aparezcan referencias a algunos personajes compartidos, toma como referencia la verdadera historia de un amigo del autor, quien, casado y con hijos, contó a su familia que se había enamorado de otro hombre, un anunció que tuvo tres consecuencias. La primera, que su esposa le obligó a comunicárselo de primera mano a sus hijos, homófobos “hasta la médula”; la segunda, que, a pesar de la situación, él tomó la decisión de no abandonar a su familia puesto que era el sustento económico, lo que desembocó en una vida diaria rodeada de un silencio absoluto en casa; y la tercera, que hablar de algo que, en teoría, le tenía que liberar, le supuso perder a esa tercera persona, puesto que no estaba de acuerdo con la confesión. Al final, murió a causa del sida.

El hecho de esperar estos años para publicar tiene su razón de ser. El propio Sandoval sabe que ésta es una novela que puede resultar algo complicada para ciertas personas, tanto por su temática como por la forma en la que está relatada. En cuanto a lo primero, es el hijo pequeño del padre rechazado quien va hilando el transcurrir de la novela, descubriendo los distintos planos de la vida del progenitor al que tanto odia. Y el escritor no se engaña, sabe que profundizar en determinados aspectos de las relaciones sexuales no es un problema para la gran mayoría cuando de contactos heterosexuales se trata, pero no sucede lo mismo con la homosexualidad. Consciente de que la sociedad muchas veces se dice tolerante pero si los comportamientos se mantienen en una cierta sombra, en la contraportada se avisa de que el título puede herir la sensibilidad de algunos lectores.

En lo que se refiere a lo segundo, a la forma de contar, Sandoval también reseña que el modo es “un tanto diferente”, para empezar porque ese descubrimiento de la figura paterna no se hace, precisamente, en un corto espacio de tiempo ni en un único plano, ni tampoco a través de un único hijo. “Ninguno de ellos sabe vivir, han estado a la sombra del padre y le echan la culpa de haberles dado todo”, describe el autor.

Realidad (también en lo que se refiere a algunas personas) y ficción se van así conjugando en una novela que “me ha costado sangre, sudor y lágrimas”, en unas páginas que buscan que el lector “se de cuenta de que tiene entre las manos un libro hecho con una intención de ayudar la relación entre padres e hijos, y no sólo por una opción sexual”.

De hecho, ahora es el momento de los lectores. Sandoval, por su parte, ya tiene en mente su próximo libro. “Hay una historia de una familia típica de la alta burguesía de Vitoria que conozco y que es muy interesante para un libro. Hay mucha gente que piensa que esta ciudad es tan conservadora que nunca pasa nada, pero no es cierto, para nada”. Pero habrá que esperar para adentrarse en ese nuevo proyecto. Lo más inmediato sucederá mañana en la presentación de Silencio culpable.