madrid - La guerra entre Mariah Carey y el magnate australiano James Packer, su ex prometido, escribe hoy una nueva página. Según desvela el portal TMZ, la cantante le reclama 50 millones de dólares, cantidad que establece el preacuerdo nupcial, aunque tendrá que luchar en los tribunales porque los documentos nunca llegaron a firmarse.

El medio de comunicación estadounidense ha tenido acceso a distintos correos electrónicos cruzados entre los equipos de abogados de los protagonistas de esta separación. El empresario estaba ansioso por sellar su relación con la diva musical y estaba especialmente molesto con que los letrados de su novia no agilizaran las gestiones para firmar el acuerdo prenupcial y poder casarse, según lo previsto, el 1 de marzo en Bora Bora.

El acuerdo contenía más de 100 páginas que describen con todo detalle muchas de las condiciones del matrimonio, como lo referente a las joyas o los artículos de lujo, que debían ser devueltos a Packer en caso de ruptura, salvo que llevaran una nota firmada en la que se especificara que era un regalo. Esos documentos adelantaban la cantidad que recibiría la artista en caso de que el matrimonio fracasara: cincuenta millones de dólares, que son los que reclama ahora la cantante.

El entorno de la celebridad sostiene que la novia tenía elegido ya el vestido, habían sido encargadas flores para la ceremonia y los vuelos de los invitados habían sido reservados. No obstante, la pareja no podía casarse porque Nick Cannon, ex marido de Carey, no ha firmado el divorcio. En realidad se estaba organizando una “ceremonia de compromiso” con la que ambos pasarían a ser marido y mujer, aunque les quedarían por realizar los trámites legales una vez que Mariah obtuviera el divorcio del padre de sus mellizos. - E.P.