El bar Gran Sol de Hondarribia ha ganado este concurso en dos ocasiones, en 2013 y 2010. Bixente Muñoz apunta que en general han sido “bastante regulares”, porque otros dos años quedaron subcampeones y otro año más terceros.
Muñoz destaca que la primera vez que ganaron, en 2010, “fue una pasada”. Apunta que anteriormente habían ganado el Campeonato de Gipuzkoa, y ya notaron “una subida importante de visitantes” sobre todo del territorio, porque al ser Hondarribia una localidado pequeña, “conseguir que venga gente desde Donostia o Errenteria ya está muy bien”. Sin embargo, cuando ganaron el de Euskal Herria ya se notaba “mucha más repercusión”. De hecho, del pintxo “ganador” sacaban unos 500-600 ejemplares al día. “También es verdad que mucha gente viene a probar solo ese y dejas de lado un poco todo lo demás”, destaca. Pero Muñoz asegura que desde entonces las cosas “nos han ido cada vez mejor”.
La filosofía del Gran Sol parte de una cocina tradicional. Por ejemplo, cuando realizaron el falso shushi, que quedó subcampeón, era un mejillón que hacía la ama de Bixente antiguamente, “era uno de estos mejillones rellenos de bechamel”. Así, lo rehicieron como si fuera un shushi en el que en vez de arroz había bechamel, con un toque más oriental, pero “sobre una base que recuerda a una cocina antigua”. Esta línea es la que han seguido también para idear el pintxo de este año. En esta ocasión lo van a enfocar al pato a la naranja, mundialmente conocido, pero “es pato que se puede comer en un bocado y medio”.
Este año Muñoz no juega en casa, pero se muestra “encantado” con el traslado a Donostia, aunque reconoce que le da “mucha pena, porque yo soy de Hondarribia, estás en casa y lo tengo en el corazón”. Sin embargo, asegura que celebrándolo en la capital “tendrá más repercusión” y al final, “tiene un nivel más alto”. Lo que está claro, destaca, es que “cada vez te lo ponen más difícil, pero estamos ahí para luchar. Yo voy con ilusión”.
Tosta de bacalao ahumado con foie y pimiento de piquillo y vinagreta de soja y Módena.
Su propio nombre indica los suculentos ingredientes de este pintxo.