sitges (barcelona) - El veterano director Paul Schrader, guionista de obras míticas como Taxi Driver, presentó ayer en el Festival de Cine Fantástico de Sitges Dog Eat Dog, una película sobre criminales rodada con su amigo Nicolas Cage y Willen Dafoe.
El cineasta, que recibirá esta noche el premio Máquina del Tiempo, reconoció en rueda de prensa que no tenía previsto hacer un filme de estas características, pero leyó el guion, basado en una novela de Edward Bunker, y pensó que era “extraordinario”.
Rodada con un joven equipo, al que alentó para que fueran “valientes y nada aburridos”, y con un bajo presupuesto, contactó con Cage para ofrecerle uno de los personajes principales y, tras aceptar para encarnar a Troy, un delincuente del hampa de Cleveland, se dirigió a Dafoe, con quien es la quinta ocasión que trabaja, para que encarnara al desequilibrado Mad Dog, el personaje que más le gusta de la cinta.
Un reto Considera que ha sido un reto llevar a cabo el proyecto, en una época en la que “es muy difícil impactar” a los jóvenes espectadores, aunque “siempre estoy interesado en hacer cosas nuevas”.
A partir de la obra de Bunker (Mr Blue en Reservoir Dogs), arma un thriller, de tonos rosados al principio, con tres personajes principales -a Cage y Dafoe se les suma un solvente Christopher Matthew Cook- que se han conocido en la cárcel y que serán contratados para llevar a cabo el secuestro de un bebé.
Precisa el norteamericano que buscaba una “sensibilidad especial” para poder llevar a cabo una película de criminales en 2016 y a sus jóvenes y “talentosos” ayudantes les dijo que la mala noticia que tenía para darles es que contaba con muy poco dinero para el filme, pero “la buena es que tenían toda la libertad para hacerlo”.
En su comparecencia reflexionó sobre cómo trabaja actualmente la industria del cine y mantuvo que mientras que hubo “una generación que creó las reglas, otra que las siguió, una nueva que las rompió y otra, la de Tarantino, que se rió de ellas, ahora la generación actual no tiene valores de ningún tipo”.
A la vez, opinó que hoy en el mundo del cine, como ocurre en la pintura, la literatura o la música, “todos quieren ganar dinero, pero sólo una pequeña fracción de personas lo podrán hacer, porque hay mucha producción y no todo el mundo se podrá ganar la vida”.
También remarcó que cualquiera puede, con un teléfono móvil, registrar imágenes y montarlas pero vivir de ello es muy difícil. “Es como si el mercado hubiera colapsado”, mantuvo.
Crítico con algunos productores actuales, “con los que no se puede hablar” y que, por tanto, acaban modificando los proyectos de los directores, Schrader es partidario de ofrecer al público personajes contradictorios porque “cuanto más contradictorios son, mejores personajes son”.
Sobre el guion de Taxi Driver no escondió que lo escribió en un momento “difícil” de su vida y no pensaba tanto en el público como en él mismo. “Me fue bien escribirlo”, apostilló.
Preguntado sobre lo que está ocurriendo actualmente en su país, a punto de celebrar unas elecciones con Hillary Clinton y Donald Trump como candidatos a la presidencia, subrayó que “algo peligroso está pasando en Estados Unidos, pero también en el resto del mundo, y es que el odio y la ignorancia predominan”.
A su juicio, si Clinton se acaba imponiendo a Trump “las cosas tampoco serán mucho mejores” y agregó que su país siempre se había enorgullecido de que no hubieran ocurrido hechos como los vividos en Europa, en referencia a las guerras mundiales o el nazismo, “pero creo que ahora sí que nos pueden pasar”.
Paul Schrader avanzó, por otra parte, que está preparando una nueva película con Ethan Hawke, que será más “tranquila” que Dog Eat Dog. - Efe