sitges - La apertura del Festival de Cine Fantástico de Sitges lleva el tema de la maternidad al extremo del terror psicológico con la película Inside, del cineasta sevillano Miguel Ángel Vivas, que, sin ser un remake, da una vuelta de tuerca a la historia gore de la cinta francesa À l’intérieur.

En la presentación de la película ante los medios de comunicación, Miguel Ángel Vivas explicó al respecto: “Desde el principio se habló de hacer un remake de la película original, que a mí me fascina y de la que no cambiaría nada, y por eso optamos por hacer una adaptación, nuestra versión”. Ambas cintas parten de la misma premisa: “Una mujer embarazada con sus miedos y sus dudas de si será una buena madre y la amenaza de otra mujer que quiere quitarle el bebé”, pero Vivas explica que, a partir de ahí, cambiaron “el tono” para alejarse “del original”.

En ese deseo de alejarse de la película original, Vivas, y los guionistas Jaume Balagueró y Manu Díaz, decidieron incluso sacar a los dos personajes de la casa al final de la película. “El personaje que interpreta Rachel Nichols tiene -según Vivas- miedo a pasar de mujer a madre; y, de hecho, el filme está planteado de modo que cada secuencia de la película es casi una contracción”.

Sin poder avanzar mucho para no destripar el desenlace, el director sí comenta que “las escenas finales en la piscina simbolizan como un nuevo alumbramiento con un personaje saliendo literalmente de una vagina”. Reconoce Vivas que siempre ha hablado en sus películas de la familia, del hogar y de romper a esa familia por factores externos, y si en la anterior, Extinction, exploraba los peligros de la paternidad, en esta trata “sobre mujeres y no solo con mujeres”. La estrategia no puede ser más sencilla, añade: “Ella al principio se ve incapaz de poder ejercer de madre y la metemos en una situación extrema para demostrarle que sí es capaz”.

De su adversaria, interpretada por Laura Harring, Vivas dice: “Aunque es la mala de la película, al final le damos la oportunidad de una redención para que pueda ejercer también de madre”. Reconoce Vivas que el referente para el personaje de Harring era la Rebecca de Mornay en La mano que mece la cuna.

La película, precisa el director, está concebida “como si fuera toda ella un tercer acto, un clímax; no se detiene nunca, y se van incorporando nuevas cosas, un cambio de habitación, nuevos colores, nueva iluminación” y además el hecho de que el personaje de Nichols tenga una deficiencia auditiva “convertía los sonidos en un elemento narrativo más”.

Rachel Nichols aceptó el papel porque “era una historia de miedo y thriller” pero le gustaba que fuera “una historia real” y, como nunca ha estado embarazada, la experiencia de luchar por su vida y escapar “ha sido verdaderamente un reto”. “Eso sumado a trabajar en una piscina en la que me tenían que poner pesos para que me hundiera pues la barriga artificial me hacía flotar o las escenas grabadas con lluvia”, rememora.

La película se estrenará en primavera en los cines estatales.