donostia - Una invitación para continuar caminando hacia la paz, un paseo para reflexionar y conocer distintas caras, un recorrido para explorar historias de violencia, “pero esperanzadoras”. La milla de la Paz es una iniciativa presentada por Donostia 2016 y K6 Kultur Gestioa que fusiona cultura y paz, de la que se podrá disfrutar hasta diciembre en Donostia. En las riberas del río Urumea, los ciudadanos podrán contemplar un total de 61 grandes módulos o paneles que contienen más de 100 fotografías y testimonios, además de poder participar en una amplia programación durante los próximos cinco meses, que contará con talleres, proyecciones, visitas guiadas y actuaciones de música y danza, entre otras propuestas.

“La paz es un destino, algo que se construye día a día, y quisimos reflejarlo en este proyecto”, señaló ayer Xabi Paya, director de la programación cultural de Donostia 2016, quien apuntó que La milla de la Paz es una buena ocasión para reflexionar y ver las distintas caras que tiene la paz a lo largo de un recorrido paseable de 1.609 metros. Según explicó Paya, esta propuesta tiene su origen en La milla de la Cultura, una iniciativa propia de las capitales culturales europeas que se celebra desde hace tres décadas. “En esta ocasión, hemos decidido cambiarlo para poder adecuarlo a las ideas de convivencia y paz que tanta presencia tienen en nuestro programa”, agregó Paya, quien apuntó que habrá espacios dedicados a la vulneración de los derechos humanos y también a los derechos de los niños, por ejemplo.

Cristina Aguirre, gerente de K6 Kultur Gestioa, señaló que se trata de “un paseo hacia un horizonte de paz” que dará comienzo en la plaza situada en la nueva estación de autobuses , llamada Ágora, y que tendrá un recorrido circular, dividido en cuatro zonas. “La primera, la plaza Ágora, será un espacio introductorio que contará con imágenes de resistencia social y que tendrá un vasto programa de actividades”, señaló Aguirre. Le seguirá Caleidoscopio de las violencias, un espacio que recorre el paseo del Urumea hasta el puente de Mundaiz formado por una gran variedad de imágenes y testimonios. “Los paneles de esta zona mostrarán los conflictos recientes y los actos de vulneración de los derechos humanos”, señaló.

La tercera zona, A vivir en paz se aprende, está ubicada en el parque de Araba y tendrá un lenguaje “más relajado”, puesto que será un espacio dirigido a familias, en el que se hablará de la Convención de los Derechos del Niño. El recorrido finalizará con Paz en construcción en el paseo Árbol de Gernika. “Invita a los visitantes a adoptar una actitud comprometida con la construcción de la paz bajo el principio de que la paz es posible”, señaló.

Además, el recorrido contará con dos instalaciones en los puentes María Cristina y Mundaiz. El público ya puede disfrutar de la primera, llamada GU, de Jordi Luengo y de Teresa y Luis Martín. La palabra “gu” en letras mayúsculas flota en medio del río, en una balsa, mientras que en los muros de ambas orillas se encuentran el “ni” y el “zu”. Las tres se iluminarán por la noche. “Queremos romper distancias entre el yo y el tú, a través del nosotros, hacer la unión a través de la empatía”, señaló Luengo, quien agregó que, además, han empleado una estructura en el agua “en homenaje a toda esa gente que intenta entrar en Europa”. En septiembre se inaugurará la otra instalación, Tiras por la paz, en el puente de Mundaiz, un espacio para crear nuevos lenguajes y puntos de vista en torno a la construcción del concepto de la paz.

“Polémica solucionada” Por otro lado, tanto Paya como Aguirre afirmaron que ya está solucionado el conflicto creado con los fotoperiodistas de guerra que denunciaron haber sido “humillados” por Donostia 2016 al haberles propuesto ceder sus imágenes de manera gratuita. “Fueron 16 personas quienes participaron en la denuncia, pero fue un malentendido y ya hemos llegado a un acuerdo, por lo que ocho de ellos participan en el proyecto y recibirán 1.000 euros por fotografía”, señaló Aguirre, quien dijo que hay empresas y artistas que han cedido sus imágenes de manera gratuita. Paya agregó que la participación de los ocho fotoperiodistas es una muestra de que la polémica ya está solucionada.