A pesar de no incluir los éxitos de The Beatles, su séptimo disco, Revolver, es una de sus obras capitales, su puerta a la psicodelia y lo hindú, a la ruptura con el pop fácil y a la experimentación en el estudio de grabación y con las drogas. Acaba de cumplir medio siglo y suena igualmente atractivo y actual. Tito Lesende analiza el álbum y al grupo en el libro El disco de los Beatles que revolucionó el rock, con ayuda de Leiva, Miguel Ríos, Mikel Erentxun, Bunbury... “¡Los putos Beatles! Lo que hicieron es insuperable”, dice Rubén Pozo, exPereza.
Lesende es fan de The Beatles desde “los ocho o nueve años” tras la escucha de unos EPs de sus tíos y a unas cintas grabadas. “Son la referencia más ubicua entre melómanos de varias generaciones y sus discos impactaron en el desarrollo personal de muchos que nacimos después de su separación”, explica el periodista. “Así pues, no han sido nuestra banda sonora por una coyuntura social, sino solo porque los escogimos”, apostilla.
¿Y por qué Revolver, álbum que no incluye sus éxitos (Eleanor Rigby y Yellow submarine son los temas más conocidos)? Lesende lo tiene claro. Editado el 5 de agosto de 1966, en el Estado el 17 de septiembre, es el disco del atrevimiento, del “afán explorador” y en el que optaron por grabar y luego “ponerlo todo al revés, acelerado o ralentizado”.
Revolver, el disco del LSD, fue “la bisagra, con el que abrieron puertas a nuevas músicas, a una manera inédita de utilizar el estudio de grabación y, de paso, su salto a la libertad artística más allá de la beatlemanía”, explica Lesende. “Por eso decimos que es el disco con el que revolucionaron el rock. Y, además, un conjunto cohesionado de catorce canciones en estado elevado de lucidez, el más compensado e inapelable de su carrera”, incide.
Preludio de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, Lesende defiende que el repertorio de Revolver “es todavía mejor” y cree que sin él, “no solo la carrera de los Beatles no habría sido la misma, sino, por extensión, tampoco el rock ácido de los Byrds o Jimi Hendrix; y en épocas más recientes, no habría habido Oasis o Stone Roses”, analiza. En su opinión, muestra a la dupla principal “en un estado soberbio de creatividad”, a la vez que incluye tres canciones de George Harrison (”su mayor exposición artística hasta entonces”) y el tema más popular de Ringo, Yellow submarine, cuya labor a la batería resulta clave.
conversaciones El libro de Lesende sobre el que la revista Rolling Stone considera “el mejor disco de la historia”, implica a un amplio elenco de artistas para “dar rigor a lo que siempre hemos hecho en los bares, informalmente, hablar del grupo”. El resultado confirma que el grupo “no solo han dejado un camino sembrado de admiración, sino que su creación se ha colado en las vidas de muchas personas”, incluidas los músicos del libro.
Lesende buscaba objetivo dual, “recopilar información rigurosa” sobre el disco y sus circunstancias y, al mismo tiempo, “ofrecer una muestra de los lazos que dibuja entre la comunidad del rock y el pop en España”. Tras una introducción y apuntes del productor Juan de Dios Martín, que destaca que el grupo “se saltó todas las reglas técnicas establecidas”, se adentra en conversaciones con los músicos en 14 capítulos, uno por canción. “No pusimos reglas: cada charla sería abierta, personal y única”, explica Tito.