El grupo alemán Scorpions actúo ayer en Madrid como parte de la gira que lleva desde 2010 recorriendo el mundo para despedirse de su público y que ahora le sirve para celebrar el 50 aniversario de la banda, en movimiento desde 1956.

“Continuar se ha convertido en una misión”, explica su guitarrista y fundador Rudolf Schenker, ya que Scorpions sigue haciendo vibrar a los fans de siempre, además de haberse consolidado un público joven. “Es toda una nueva generación y es fantástico que la familia del rock siga creciendo y no envejezca”, apunta.

Por eso, los integrantes del grupo de rock se siguen emocionando cuando ven frente a ellos a gente “que ni siquiera había nacido cuando se grabaron las canciones” que ahora cantan, lo cual es una “sorpresa” y una satisfacción enorme para los integrantes del grupo.

Así, se han consolidado como representantes de toda una generación, por lo que intentan “ continuar hasta que sea posible que estas canciones tengan vida”, señala Schenker. Esta es su misión, “que la vieja generación pueda contar a los jóvenes cómo eran las cosas. La juventud es la gasolina del rock y nos llega una energía enorme a través de ellos cuando empezamos a tocar”, comenta.

gira en españa Dentro de esta segunda parte de la gira por su 50 aniversario, el grupo volvió la pasada semana al Estado para dar tres conciertos, uno el jueves 30 de junio en Miribilla en Bilbao, el sábado 2 de julio en la Plaza de Toros de Córdoba junto a Medina Azahara y Sabaton y ayer en Madrid en el BarclayCard Center.

Anteriormente, el grupo Scorpions ya había estado en Madrid y Bilbao, pero no en Córdoba, ciudad de la que esperaban que no fuera “muy calurosa”. En la capital estatal ya habían estado en 2014 en el Palacio Vistalegre, donde ofrecieron dos conciertos “de despedida”, aunque “fue un error” hacer una gira final porque tenemos mucho público que quiere vernos y estamos bien, seguimos vivos y seguimos amando el rock que hacemos”, afirma el guitarrista.

Así, tras reiterar que él personalmente sigue “disfrutando de ser un músico de rock”, adelanta que la intención de Scorpions es continuar mientras sigan “siendo buenos. Hasta que podamos tocar, sigamos teniendo buenas críticas y la gente siga acudiendo a disfrutar en nuestros conciertos”, reflexiona.

rock vivo Schenker avanza que puede que no quieran sólo hacer conciertos, sino emprender algunos “otros proyectos para no caer en la rutina”, que es lo que “asesina a la música”.

El artista no sabe si van a componer nuevas canciones, ya que, “si alguien llega con buen material, ¿por qué no?”. Pero afirma que van a estar en los escenarios hasta “cuando podamos hacerlo sin parecer estúpidos”, porque “nos encanta que los chavales vengan a nuestros conciertos y tocarles viejas canciones para que digan ‘oh, está genial’”.

Ayer se vivió la última noche de rock protagonizada por el grupo Scorpions en suelo estatal, pero lo que deja en claro es que su música sigue sonando y cada vez tiene más adeptos, prueba de que la gira de despedida lleva ya seis años en marcha, a pesar de que sus integrantes no creían que durara ni tres. - Efe