Vitoria - Una decena de librerías tomarán desde mañana hasta el 10 de julio la plaza de Correos para protagonizar, un año más, la Feria de Libro Antiguo y Viejo de Gasteiz, una cita que ya se encuentra en su vigésimo segunda edición, siendo un referente de este tipo de encuentros en el ámbito del País Vasco. Locales y profesionales de Valencia, Madrid, Cataluña, Navarra y, por supuesto, Álava abrirán sus puertas a lo largo de unas jornadas que esperan seguir en la tendencia del crecimiento de ventas que ya se experimentó el año pasado (sobre un 10%), aunque es evidente que todo aumento será muy bien recibido teniendo en cuenta el contexto.
Como es habitual en este encuentro, la variedad temática y de precios será una característica fundamental, estando la feria abierta cada jornada de 11.00 a 14.00 horas por la mañana y de 17.00 a 21.00 horas por la tarde. Serán momentos en los que acercarse, curiosear, hacer algo tan poco habitual hoy en día como hablar con los libreros con un poco de tranquilidad, pedir e, incluso, comprar, que al fin y al cabo es de lo que se trata.
De todas formas, aún siendo conscientes de que en los últimos años la crisis ha causado sus estragos, el encuentro “siempre ha cerrado con alguna subida en las ventas por pequeño que haya sido, y con repetir eso ya sería suficiente, aunque aspiramos a más”, apuntó ayer Txema Sandoval, responsable del certamen, consciente, además, de que los libreros participantes -la mayoría de ellos, viejos amigos de la capital alavesa gracias a esta feria- contarán en sus puestos con suficientes alicientes para atraer a los lectores. Eso sí, el evento, que cuenta con una aportación en metálico por parte del área de Cultura del Ayuntamiento de Vitoria de 6.000 euros, no se va a quedar aquí este año, ya que cada día, entre las 19.15 y las 20.30 horas, va a proponer encuentros con escritores locales gracias a la colaboración con la nueva asociación nacida en la capital alavesa, Celedones y Cervantes.
Con esta acción, la feria pretende aportar su grano de arena en el apoyo a los creadores del territorio con el objetivo de que puedan tener un contacto directo con los potenciales lectores y, de esta manera, fortalecer la venta y distribución de sus obras. En estos momentos, esta agrupación está compuesta por una veintena de autores, aunque la intención pasa por seguir creciendo, también a la espera de convertirse en un interlocutor válido frente a, por ejemplo, las instituciones.
De esta manera, la veterana feria se presenta desde este jueves con dos alicientes importantes. Por un lado, su propia y conocida actividad con los libros viejos y antiguos como protagonistas. Por otro, su apuesta por ser plataforma también de conocimiento de los escritores alaveses.