Vitoria - Pela, Anti, Joseba, Penike y David forman desde hace un lustro Sumisión City Blues aunque todos ellos son ya viejos conocidos de la música. Con la mirada puesta en su próximo disco, hacen un paréntesis para charlar con DNA sobre su participación en el ARF, la actualidad del grupo y la escena actual.

Bien sea a través de Obligaciones o Sexty Sexers, parte de Sumisión ya ha estado tocando en ediciones anteriores del Azkena Rock. ¿Cómodo en la fórmula de los festivales o siempre mejor en sala?

-Todo depende de las condiciones de cada sitio, no se puede generalizar. Sé que suena más auténtico si te digo que preferimos tocar en sala, pero la verdad es que cualquier banda preferiría tocar siempre en festivales o estadios como cabeza de cartel, y quien diga lo contrario miente. Si alguna vez hubiera 50.000 personas aclamando a SCB significaría que el mundo ha sufrido un cambio profundo, porque nosotros no pensamos en hacer música para llegar a ningún nivel. Tocamos en salas la mayoría de las veces y hacer un festival así de vez en cuando pues está de puta madre, claro que sí. Me pone muy nervioso la puntualidad estricta que llevan en los festivales pero supongo que es un mal necesario. Jimi Hendrix hizo su famoso bolo en Woodstock a las siete de la mañana del lunes, debido a los retrasos en los horarios. Hoy sería impensable algo así.

La actuación será corta en cuanto a tiempo pero ¿qué va a ofrecer el grupo?

-La gente ya va sabiendo que en las pólizas de seguros y en los carteles de los festivales siempre hay que leer bien la letra pequeña, así que esperamos un buen recibimiento. Tenemos la ventaja de que el público va a estar relativamente sobrio y van a poder recordar mejor nuestra actuación. Tocaremos varios temas nuevos que es lo que más estamos ensayando últimamente, pero también caerán varios de nuestros hits particulares. Soy partidario de que los conciertos sean breves e intensos. Lo que no me gusta de la mayoría de bandas que tocan en grandes recintos es que tiran mucho del rollito participativo con el público, palmas, coros?. No veréis nada de eso en nuestro show.

Han dicho en redes sociales que el del Azkena va a ser el último concierto antes de entrar a grabar el nuevo disco. ¿Eso y estar en casa le darán a la actuación un aire especial o cada concierto es singular por sí mismo?

-No somos una banda con un set list fijo, lo cambiamos en cada actuación, porque no nos gusta ir a ver un grupo dos veces o más y que toquen los mismos temas en el mismo orden, y que lleven una puesta en escena muy medida, ahí no hay peligro ninguno. Cuando salimos a escena nunca sabemos muy bien cómo va a funcionar el global del concierto. Esto nos obliga a estar especialmente atentos a cómo va desarrollándose todo. Así que cada concierto es especial.

Les toca el sábado, pero antes y después ¿qué le apetece ver?

-Pues sí, esperamos pasar un buen rato viendo a algunas bandas como The Who, Radio Birdman, Scientists, Imelda May? Casi todo lo que hay el sábado nos gusta.

¿Qué le parece el festival, el camino que ha llevado hasta ahora?

-Para mi gusto, los primeros años del ARF estuvieron increíbles de verdad, recuerdo conciertos muy grandes de Hoodoo Gurus, Beasts of Bourbon, Steve Earle, Television? la primera vez que vimos a los Stooges? Me juntaba con un montón de amigos de todo el Estado y montábamos unas buenas. Después hubo una especie de giro hacia el hard rock en muchas zonas del cartel, y tengo que reconocer que durante unos años no me ha interesado mucho lo que venía? hasta este año, que va a ser divertido seguro. Pensábamos sacar entrada, pero cerramos el bolo y nos van a pagar a nosotros por ir a tocar. Está muy bien.

¿Y de los festivales en general, qué opina? ¿No se han convertido en una fórmula explotada en exceso?

-Si el fútbol no es una fórmula explotada tampoco va a serlo un festival de música. Luego cada cual sabrá si va a Woodstock o a Eurovisión. Mientras la gente no se olvide de que el resto del año también se programan cosas buenas, todo lo que sea música y diversión es perfecto. No estoy muy al tanto de lo que hay por ahí, veo anuncios de festis pero ningún cartel me llama la atención.

El Azkena llega en el final de temporada para muchos escenarios de Gasteiz, que descansan en verano. ¿Hay una escena tan viva en Vitoria como a veces parece viendo la agenda de algunas semanas? ¿O no es para tanto teniendo en cuenta, por ejemplo, cierres como el del Ibu?

-No creo que esté tan viva la escena, a la mayoría no le interesa descubrir bandas y sonidos nuevos, prefiere la recreación exacta de sonidos antiguos. Por eso mismo se hundió el Ibu, porque su programación exigía al público unos riesgos que muy pocas estaban dispuestas a asumir.

¿Y el público? Lo pregunto porque es fácil ver muchas caras habituales en espacios como Helldorado o Jimmy Jazz y a veces da la impresión de que hay demasiados espectadores repetidores y pocos nuevos. ¿O no es así?

-Pero imagino que en una gran ciudad pasará lo mismo, estarán siempre más o menos las mismas caras en los conciertos. La revolución musical que se produjo en los tiempos del CBGB en Nueva York fue algo entre 500 personas.

Es Sumisión, sin entrar al detalle excesivo de las etiquetas, un grupo de rock and roll. ¿Tiene futuro el género en este siglo XXI? Y digo rock como puedo decir blues, punk, heavy o... Y más allá de futuro, ¿tiene sentido, sobe todo para las nuevas generaciones?

-El rock and roll no desaparecerá tan fácil, siempre habrá cierto interés por él, como lo puede haber hoy en día por la música barroca. Tampoco me preocupa si desaparece, lo que me preocupa es que hace mucho tiempo que no encuentro una banda o solista que me guste de verdad, alguna banda que esté en pleno desarrollo y a la que pueda seguir su carrera, el estilo me da igual, sólo quiero? algo. Y las nuevas generaciones decidirán lo que hacen, ahí no me meto.

Seguimos inmersos en una crisis en la que, a diferencia de lo sucedido en otras épocas recientes, ni la cultura en general ni la música en particular parecen haber sabido conectar con la sociedad para ser vehículo de transmisión de la rabia y la crítica como sucedió, por ejemplo, con el punk. ¿Por qué?

-Será que no hay ni tanta rabia ni tanta crítica. La música es sólo un reflejo de lo que pasa en la calle y si la población vive atontada con los móviles y con el fútbol, eso será lo que se refleje. Y eso es lo que tenemos: una música vacía para una sociedad vacía. Sólo fíjate en que los grupos más reivindicativos y su reivindicativo público pasan cada Primero de Mayo de borrachera en el Viña Rock? no te digo más.

No necesita Sumisión muchas presentaciones, por lo menos para la escena local, y con la tontería el grupo lleva más o menos un lustro dando guerra. ¿El camino ha ido por donde esperaba al principio?

-El único plan que teníamos era volver a las raíces del rock and roll y tratar de construir algo nuevo y personal, sin ningún tipo de complejo. Creo que lo estamos consiguiendo, tenemos un sonido y un estilo propios y no se nos puede encasillar en ninguna escena o movimiento, eso está muy bien. Estamos satisfechos y muy contentos porque todavía nos falta dar lo mejor.

No es fácil llevar un grupo y el resto de la vida laboral, social y familiar, máxime teniendo en cuenta que miembros de Sumisión como Joseba B. Lenoir no está en Vitoria siempre que quiere. ¿Cómo es la vida hoy de la banda?

-Los cinco nos vemos una vez a la semana, pero no hace falta que estemos todos para crear o arreglar canciones. Así que el resto de los días nos juntamos dos o tres miembros en el local y hacemos que esto avance. Es muy fácil y divertido estar en Sumisión City Blues, las cosas simplemente funcionan.

¿Para cuándo ese anunciado nuevo disco?

-Pues esperamos que salga para después de verano, pero no hay una fecha fija. Lo haremos nosotros mismos para asegurar que sale todo bien. Te puedo decir que va tener un poco de funk, blues, pop, punk? pero sobre todo va a ser un disco de rock and roll. La banda está en un buen momento de energía y esperamos que se pueda plasmar en la grabación. Hemos escogido los estudios Circo Perrotti de Gijón para trabajar y estamos bastante contentos con los temas que hemos decidido grabar, tiene buena pinta.

Ya lleva en esto de la música unos cuantos años, sin querer llamar viejo a nadie. ¿Lo mejor? ¿Lo peor?

-Cuando empezamos con Sumisión fue jodido ver cómo el público de nuestras anteriores bandas nos daba la espalda de alguna manera porque no les dábamos lo que se esperaba de nosotros. Pero somos muy cabezones y en estos últimos años hemos sido capaces de convencer, y eso es lo mejor que nos podía pasar: conseguir que la gente disfrute y reconozca nuestra propuesta.

Si alguien un poco más joven que está empezando ahora, le pide un consejo sobre esto de la música...

-El único consejo que daría es: protege tus oídos.