VALLADOLID - José Jiménez Lozano atestiguó ayer que su novela Se llamaba Carolina (editorial Encuentro), es un viaje desde la modernidad y postmodernidad hasta el “gozoso nihilismo” de nuestros días. Esta obra, publicada recientemente, está ambientada en la posguerra, y el autor explicó que “entonces las heridas no se exhibían”, porque sabe “cómo se pensaba y se sentía en ese tiempo”, porque “era un tema muy serio el vivir y el desvivir”.
El escritor avilés pone en boca de la protagonista, Carolina, que “el teatro son palabras y en una sábana blanca puede verse un palacio”. Asimismo, señala en otro personaje el hecho de “hacer pasar mentiras por verdades y hacer arquitecturas de fantasía con movimientos de pasiones diversas”. En esto, añadió el autor que tienen que ver autores como Calderón o personajes como Hamlet, lo cual considera como verdadera cultura.
En este relato está la Guerra Civil como eco de fondo “de estas guerras civiles españolas que son la peor peste del mundo”. El autor fue testigo de esta época, y por eso en sus obras pueden verse sus consecuencias, las de ese nihilismo que nos hace “tan contentos porque no hay nada, y nada significa nada”. - DNA