El próximo 12 de julio arrancará la cuadragésima edición del Festival de Jazz de Vitoria, un número redondo que supone toda una celebración no sólo para el certamen en sí, sino también para el público y los músicos que han compartido camino y quieren seguir haciéndolo. Pero en toda fiesta que se precie no pueden faltar los regalos y la firma gasteiztarra Sonora Estudios está preparando un presente muy especial y cercano. Tendrá forma de disco y justo estos días está tomando forma.
En concreto, tras la labores previas de preproducción, el álbum se empezó a grabar en la sede de Sonora (situada en el Paseo de la Zumaquera) hace unos días para seguir con el proceso entre el pasado miércoles y ayer en el Aula Fundación Vital (Dendaraba), espacio convertido para la ocasión en estudio abierto al público. Concluida aquí la labor, los últimos retoques se van a dar de nuevo en la habitual casa de Sonora con la mirada puesta en publicar el disco -bajo su sello Rara Avis y con la participación del departamento de Educación, Política Lingüística y Cultura del Gobierno Vasco- en el transcurso del certamen, es decir, en poco más de un mes.
La iniciativa, al tiempo que una celebración de la cuadragésima edición, es también una puesta en valor de los intérpretes locales y cercanos, partiendo de la base de que las limitaciones económicas y de agenda no van a permitir contar con todas las personas deseadas. Aún así, aunque no están todos los que son pero sí son todos los que están, son varios los nombres propios que en estas jornadas han estado acudiendo a la llamada de Sonora como Ángel Celada, Hasier Oleaga, Raül Vera, Ricardo Urrutia, José Agustín Guereñu Gere, Koldo Uriarte, Jon Robles, Raúl Romo, Jon Cañaveras, Javi Antoñana, Carla Sevilla... incluso un Iñigo Ruiz de Gordejuela que aunque aporta un tema grabado en Boston (donde reside desde hace unos años culminando su proceso de formación) estos días ha aprovechado una visita a la capital alavesa para acudir a Dendaraba.
En este sentido, otra de las peculiaridades de la grabación en el Aula Fundación es que Sonora ha tenido las puertas abiertas al público, algo nada habitual en estos casos. Quienes no hayan acudido tendrán que esperar un poco para tener entre las manos el resultado final, un disco cuyo repertorio han decidido los músicos. Hay quien ha aportado alguna composición nueva. O quien ha hecho algún que otro guiño al certamen. O quien ha recuperado de su memoria el primer tema de jazz que escuchó. Eso sí, el álbum tendrá sus sorpresas.
En paralelo, por si este trabajo no fuera suficiente, la firma gasteiztarra está elaborando un audiovisual sobre el festival en el que se quiere mostrar las impresiones y recuerdos de distintos músicos y protagonistas del certamen. Todo ello para conformar un gran regalo destinado a una cita que se espera que cumpla muchas ediciones más. De momento, Sonora sigue dando pasos. Julio se acerca y para entonces se quiere que el disco esté a la venta. Atrás queda una grabación, cuando menos, singular.