Cádiz - Diez años después de la muerte de Rocío Jurado, Antonio Ardón, amigo de la artista y diseñador de gran parte de su vestuario, aún se acuerda de ella “todos los días”, sobre todo cada vez que se topa con alguna nueva tela con la que le haría un vestido y vuelve a sentir “el placer” que fue crear para ella.

“El recuerdo de Rocío va estar muy vivo siempre”, dijo en una entrevista este diseñador gaditano que fue el preferido de Rocío Jurado, de cuya muerte se cumplen diez años el próximo 1 de junio. Antonio Ardón sabe que la ausencia de Rocío Jurado no ha afectado a la devoción que sienten por ella los miles de seguidores “y no sólo en España, en toda América” que todavía admiran a la artista que un día bautizaron como “La más grande”.

Conoció a la que sería su “musa” cuando apenas tenía 20 años. Consiguió una cita con ella en un restaurante de Chipiona natal, a la que acudió con diez diseños. “Nos miramos a los ojos y conectamos, enseguida hubo feeling entre nosotros”, recordó en su tienda de Cádiz, llena de fotos y recuerdos que dan testimonio del cariño que ambos se profesaron.

En ese momento Rocío Jurado no hizo ningún comentario sobre los diseños que le había llevado aquel joven diseñador. “Esa misma noche me llamó desde el aeropuerto y me dijo que los quería todos”, contó. Ahí empezó una intensa y estrecha relación de mutua confianza, de la que fueron testigos los centenares de diseños que hizo para que la artista luciera tanto en los escenarios como fuera de ellos. “Un día me dijo que sólo me quedaba hacerle un pijama, y se lo llevé al día siguiente”, señaló entre risas. - Efe