Vitoria - A lo largo de la dictadura franquista, a la sombra de la Excursionista Manuel Iradier se pusieron en marcha no pocas actividades que, con la cultura como herramienta, quisieron romper la asfixia impuesta para encontrar los huecos por los que recibir los aires de otros mundos y formas de pensar. Hoy, por ejemplo, sería imposible hablar del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz sin remontarse al grupo escénico de cámara que llevaba su nombre. También bajo su paraguas, en 1963 se llevó a cabo en las grutas del Gorbea la primera edición de un denominado festival vasco que, ante todo, pretendía ser una reivindicación de la cultura y el idioma propios ante la postura del régimen. Nació así una iniciativa que, a pesar de algunos paréntesis y de que la situación política y social ha cambiado, se sigue celebrando con el impulso de Zigoitia Euskaraz. Es la Euskal Jaia de Mairuelegorreta, una cita cuyo pasado y presente se está convirtiendo justo ahora en un documental dirigido por Mikel Ezkerro.
El pasado septiembre ya se realizaron algunas tomas de la última edición del evento que serán utilizadas en la película. Pero está siendo estos días cuando se están llevando a cabo en la misma cueva las entrevistas principales que servirán para estructurar el filme. Son quienes hicieron y hacen posible el festival los protagonistas, los narradores de un patrimonio cultural de los alaveses, aunque, como reconoce el realizador, fuera de determinados ámbitos y de la zonas de Zigoitia y Gasteiz “hay mucho desconocimiento sobre el tema”. Es esa situación -entre otros objetivos- a la que se quiere dar la vuelta en este trabajo cuya idea original Ezkerro comparte con el guionista Danilo Albin.
Hasta ahora, ambos han estado inmersos en un proceso de investigación y documentación sobre la Euskal Jaia, un camino en el que ha sido esencial, además de recurrir a los fondos tanto del Archivo Municipal Pilar Aróstegui como de la Fundación Sancho el Sabio, la información guardada “con pelos y señales” sobre las ediciones realizadas entre el 63 y principios de los años 80 por parte de Luis Mari Iriarte. Con todo ello se han preparado los encuentros que se van a mantener estas semanas (el primero ha sido este sábado 28 y el siguiente será el 11 de junio) en la cueva, un escenario que, eso sí, ha exigido esperar para rodar “puesto que subir todo el equipo y el material necesarios necesita de unas condiciones meteorológicas y aunque nunca sabes, arriesgarte a ir en marzo, por ejemplo, es peor”.
Cuando se termine este proceso, en julio y agosto se llevará a cabo el montaje y la post-producción con la idea de realizar el estreno en septiembre dentro de la programación de Zigoitia Euskaraz, más en concreto en la casa de cultura ubicada en Ondategi (en octubre se quiere hacer también una proyección especial en Oihaneder Euskararen Etxea). Son, de hecho, los actuales organizadores de la Euskal Jaia y los anteriores (la Excursionista) los coproductores junto a Ezkerro de un proyecto que sigue buscando patrocinadores y que ya ha encontrado el apoyo, por ejemplo, del Ayuntamiento de Zigoitia, la Fundación Vital, la Diputación Foral de Álava, Mendia Optika, Artepan, Naturokela o los bares Artzegi, Errekatxo y Bengolarra. Eso sí, el presupuesto inicial previsto no cuadra del todo y este miércoles se va a iniciar una campaña de crowdfunding para intentar conseguir 2.500 euros.
Con esta financiación popular o micromecenazgo, que se va a desarrollar durante 40 días a través de la plataforma Verkami, se quieren financiar aspectos relacionados con la producción del rodaje y la fabricación de copias en DVD. Las personas interesadas en participar tendrán distintas categorías, siendo la aportación mínima de 10 euros, lo que da derecho a que el nombre de quien se suma a la iniciativa aparezca en los títulos de crédito. A partir de ahí, las habituales recompensas incluyen también sorteos (de quesos de Gorostiza o estancias en la Casa Rural Guikuri) y otros alicientes dependiendo del dinero, siendo la cuantía más alta de 600 euros, cantidad pensada sobre todo para empresas que quieran incluir su logo en el arranque de la película. “Las expectativas que tenemos son buenas”, apunta el director, ya que, al fin y al cabo, se trata de recorrer la historia de un evento “muy representativo del movimiento cultural y a favor del euskera que ha habido y hay en Araba”.
Con el esfuerzo de unos y otros se construirá, por tanto, Mairuelegorreta; iluntasunetik argitasunera, que es el título que se le ha dado al documental. Ahora toca, eso sí, seguir sumando testimonios, construir el filme y terminar de asegurar que el dinero, a pesar de los tiempos que corren, no sea un impedimento.