DONOSTIA. Springsteen llegó ayer a la capital donostiarra procedente de Barcelona, donde inauguró el sábado la gira Europea, y fue recibido por un buen número de fans que aguardaban su aparición en el Hotel María Cristina, en el que se aloja por cuarta vez desde 2008.
Se han vendido ya más de 42.000 entradas y, aunque quedan algunas aún hoy a la venta, se espera un nuevo lleno en el estadio de Anoeta, donde el "Boss" actúa por tercera vez, con una fiel cadencia de cuatro años desde 2008.
En Barcelona, el sábado, se pudo comprobar que Springsteen ha decidido cambiar el paso respecto a los conciertos de la gira americana y, a partir de ahora, intercalará las canciones de "The River" con otros temas, en lugar de tocar íntegro y en orden el doble álbum como ha hecho en las más de 30 actuaciones de esta gira. Un aliciente que hará del concierto de mañana menos previsible.
De acuerdo con los antecedentes, se espera un concierto intenso y muy largo, de más de tres horas, en el que el músico estadounidense no se dejará prácticamente ninguno de sus grandes éxitos en el tintero.
Muchos de sus "fans" llegarán desde Bizkaia, otros desde el sur de Francia y, en esta ocasión, también se han registrado muchas entradas vendidas en Madrid, donde el puente de San Isidro ha animado a hacer una escapada a San Sebastián a los que se quedaron sin billetes para la actuación de la capital, el próximo sábado.
La ciudad se prepara para recibir a miles de visitantes con motivo del concierto y disfruta ya de la presencia de Springsteen, uno de sus turistas más ilustres, que se ganó la simpatía de los donostiarras al dejarse ver entre los bañistas de la playa de la Zurriola en su primera visita, en 2008.
Desde entonces, ha elegido San Sebastián para relajarse cuando actuó en Bilbao, en agosto de 2009 y, para pasar unas vacaciones, con su madre incluida, en junio de 2013, cuando tocó en Gijón.
Mañana el "Boss" escribirá un nuevo episodio de su idilio donostiarra en un estadio que, este año, le recibirá sin lluvia y con un lleno asegurado.