Vitoria - El ciclo de conciertos en familia llega mañana a su punto final dentro de la actual temporada invierno-primavera de la Red de Teatros, una despedida servida por la Banda Municipal de Música de Gasteiz, que presentará el montaje Rufus, el hombre caracol. La cita será en el Principal a partir de las 18.00 horas, quedando todavía entradas disponibles en taquilla al precio de 6 euros cada una.
Eso sí, los componentes de la agrupación de la capital alavesa no estarán solos sobre las tablas de la calle San Prudencio para ofrecer esta pieza en la que los sonidos se mezclan con el teatro y el circo. La batuta corresponderá al mirandés Asier Puga. La narración será conducida por Ana Hernández. Los malabares, y mucho más, tendrán el nombre propio de Rufus. Los tres se conocieron hace un año a través de la Sinfónica de Bilbao (BOS) y ahora vuelven a coincidir en un espectáculo que se estrena este fin de semana. Todo ello para relatar un cuento musical basado en las Danzas Armenias de Alfred Reed, una “banda sonora muy propicia”.
La historia de Rufus, de este artista multidisciplinar que lleva la casa a cuestas como los caracoles, es el hilo conductor de una producción en la que habitan distintas disciplinas aunque el resultado final resulta “muy compacto, sin desequilibrios, y muy ameno”, explica Hernández, que ya ha colaborado con la agrupación gasteiztarra en alguna ocasión anterior (“las orquestas se animan más a hacer este tipo de cosas, las bandas menos, por eso es una suerte lo que sucede en Vitoria”).
A lo largo del montaje, además, el público, como describe Puga, no es sólo espectador sino que también tiene un papel activo en determinados momentos. Incluso los músicos dejan en algún instante su ocupación habitual para tomar otros roles a los que están menos habituados.
Aunque, sin duda, el gran protagonista es el propio Rufus, que dice sentirse muy afortunado puesto que “por lo general trabajo con música grabada y tener a 42 intérpretes detrás esta vez y crear con ellos es un lujo”.