el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas, organismo que controla la autoridad gubernativa, ha confirmado lo que ya se sabía, es decir, que la mayoría de la población se informa vía televisión, con lo que el más importante electrodoméstico de la casa se convierte en puerta habitual de la información que va conformando la opinión pública y publicada que se convertirá en voto decidido por el electorado el día de las votaciones, domingo 26-J.

Los teóricos han señalado desde la aparición de la tele el poder magnético de las noticias ofrecidas con imagen y sonido, en un proceso de captación de la atención del televidente y posterior memorización de los informativos. La tele es no sólo instrumento poderoso de entretenimiento, sino básicamente instrumento informativo de primer orden, en la tradicional oferta de tres informativos al día, mañana, mediodía y noche, con formatos muy similares, apoyados en espectaculares plasmas, pasarelas gigantescas y aparatosas mesas donde los bustos parlantes ofrecen el menú noticiero, casi siempre en formato de pareja periodística más o menos conjuntada.

El citado estudio sociológico indica asimismo que La Sexta se lleva la palma de la atención y seguimiento de audiencia, registrando un 21% de consumidores de noticias y estando Tele 5 a la cola con cinco puntos de diferencia, entre 21% y 17% del mercado de noticias que necesita informarse por la televisión.

El esfuerzo del equipo profesional de La Sexta, segunda opción del entramado Atresmedia, está recompensado por la primacía de la audiencia, que premia el sentido crítico, agilidad informativa y equilibrio partidario en los momentos calientes de actualidad a los que ha respondido Antonio García Ferreras combinando información con entretenimiento en una fórmula al rojo vivo. La tele informa y más en los tiempos que se adivinan.