CIUDAD DE MÉXICO - El cantante mexicano Vicente Fernández se despidió el pasado sábado de los escenarios haciendo su habitual promesa al público: “Mientras que ustedes no dejen de aplaudir, yo no dejo de cantar”. Así, las gradas del Estadio Azteca de la capital mexicana se abarrotaron para dar el adiós al intérprete con un concierto en el que el cariño de los allí presentes y el aguardiente lograron contener la nostalgia que ya se dejaba entrever desde el inicio del evento. Fernández o conocido también como Chente, una de las grandes voces de la canción ranchera, en su aparición agradeció a sus seguidores eso que le han dado que “no se compra con todo el dinero del mundo”, su “presencia, cariño y respeto”, dijo casi sin poder terminar la frase por la emoción. - Efe.
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