Llodio - Partieron hacia Castilla con la intención de lograr para su escuela, pueblo y provincia los máximos honores y poder volver a casa con la maleta cargada, no ya de trofeos, sino de esa ilusión que solo se logra tras saber que años de esfuerzo tienen su recompensa, y lo han vuelto a lograr. Hablamos de los 53 alumnos (52 chicas y un chico, de entre 8 y 16 años de edad) con los que el estudio de danza que dirigen, desde hace algo más de dos décadas en Llodio, las hermanas gasteiztarras Nuria y Raquel López, ha competido en la cuarta edición del concurso nacional de danza Orbe, que ha tenido lugar entre los días 9 y 10 en el Palacio de congresos Forum Evolución de Burgos.
De hecho, todas y cada una de estas jóvenes promesas del baile -al igual que ya lo hicieron el año pasado en la final del concurso nacional de baile Anaprode, celebrado en Tarragona- ha obtenido el reconocimiento de público y jurado, bien en modalidad grupal o individual, y han retornado a Llodio nada menos que con 15 galardones para las once coreografías que llevaban. “En realidad preparamos doce bailes, pero una de las seis chicas del grupo de mayores no ha podido representar su coreografía individual, a consecuencia de un esguince”, explica su profesora Raquel, quien no ha podido pasar por alto “el agradecimiento de todas sus compañeras y de toda la escuela” por, pese a su estado, haber salido al escenario con la coreografía grupal y lograr, no solo el mayor reconocimiento del certamen (primer premio Orbe), sino también el de mejor coreografía puesta en escena -la titulada The crows- con un premio adicional de 300 euros.
Ahí no se ha quedado la cosa, ya que a estos logros se han sumado otros dos premios especiales como bailarines revelación para la joven de 16 años Haizea Ganzedo Viteri, y su hermano Urtzi de 10, que lleva desde los tres acudiendo al estudio laudioarra. “También practico atletismo y guitarra, pero me apunté a ballet porque ví bailar a Haizea y quería ser como ella, pasarlo bien y hacer muchos amigos”, apunta con la satisfacción de haber logrado estar a la altura de su hermana mayor.
Distinciones Asimismo, se han traído para el Valle de Ayala un segundo premio Orbe, tres medallas de oro y otra de bronce, con coreografías individuales, las alumnas senior Amaya Solaun, Iraia de Diego, Irati Asensio, Haizea Ganzedo, y Nahia Chamorro, respectivamente.
Por lo que respecta a coreografías grupales, además del éxito de las seniors ya citado, han obtenido otros diez premios. En concreto, las 16 niñas del grupo de en torno a ocho años han logrado medalla de oro y el galardón al mejor vestuario con la coreografía Charleston; trece niñas y un niño del grupo infantil se han traído la medalla de bronce con la coreografía Clave de sol; y diez niñas del grupo Junior, han obtenido la enseña de plata con el baile Entre pasos.
De igual forma, han alcanzado la medalla de oro las coreografías Praying (16 niñas junior, que también han logrado el premio al grupo revelación); y Gladiadores, puesta en escena por nueve niñas más el joven Urtzi, que también se llevaron el premio a la mejor coreografía de su categoría puesta en escena. Estos últimos, por unanimidad, reconocen que es su montaje predilecto y con el que más disfrutan sobre el escenario. No en vano, en este baile portan capas “con las que buscamos enfatizar el movimiento”, explican sus profesoras, que reconocen que “no se ha invertido mucho en trajes, aunque en cada coreografía si que van todas maquilladas de la misma forma”.
En definitiva, todo un reconocimiento al entrenamiento semanal al que se someten estos chavales y a una escuela que, tras dos décadas en danza, esta en un nivel excelente y recogiendo el fruto de su trabajo. ¿Cuál será el próximo éxito?.