dONOSTIa - La gala de los 19 Premios Max, que se celebrará en el Circo Price de Madrid el 25 de abril, estará dedicada a la danza, disciplina a través de la cual se presentarán los procesos de creación de las artes escénicas, en una ceremonia que sus organizadores prometen “muy variada” y “dinámica”.

Las sopranos Ainhoa Arteta y Ainhoa Zubillaga, la cantante María Berasarte, la actriz Miren Ibarguren y los bailarines Carmen Cortés, Carmen Werner, Itziar Mendizábal y Chevi Muraday serán algunos de los protagonistas de la noche junto a la Compañía Nacional de Danza, la compañía de Antonio Gades, Larumbe Danza, Kukai Dantza, Brodas Bros y The Funamviolistas. La Fundación SGAE, organizadora de este evento junto a la Academia de las Artes Escénicas de España, eligió San Sebastián para presentar este acto, que retransmitirá TVE y que la Capitalidad Europea de la Cultura ve como un escaparate para mostrar a todo el país que Donostia 2016 ofrece este año un atractivo cultural añadido. Por ello, la Diputación de Gipuzkoa y San Sebastián 2016 apoyan la gala, al frente de la cual se encuentran el director teatral Fernando Bernués y el coreógrafo y bailarín Jon Maya, dos nombres guipuzcoanos a los que se suman los de varios de los protagonistas de la velada y los de otros que estarán tras las bambalinas, como el pianista Iñaki Salvador como director de escena.

De Donostia 2016 se hablará en el discurso institucional, informó ayer Manuel Aguilar, presidente de la Fundación SGAE, que compareció junto a Denis Itxaso, diputado foral de Cultura; Pablo Berástegui, director de San Sebastián 2016, Jon Maya y Fernando Bernués.

La Capitalidad Cultural recordará también dos de sus proyectos más importantes: la relectura de Los tratos de Argel, de Cervantes, que ha preparado con el Centro Dramático Nacional y que se estrenará en septiembre en Madrid y en octubre en San Sebastián, y el montaje de Sueño de una noche de verano, que fusiona teatro, danza y música, y que se estrenará en junio en la capital guipuzcoana.

sin presentadores Aguilar dijo que este año “lo suyo” habría sido que la ceremonia se hubiese celebrado en San Sebastián, pero aseguró que los cambios que se han producido en la SGAE han impedido contar con el tiempo suficiente para hacerlo.

Bernués señaló que, escenográficamente, la gala “reinterpretará” algunos de los elementos comunes de una sala de ensayo de danza, como barras y espejos. No habrá presentadores y serán los mismos protagonistas quienes, tras sus actuaciones y la proyección de un vídeo con los nombres de los finalistas, entreguen los premios a sus compañeros. Jon Maya explicó que será una velada “muy variada y atractiva”, que quiere convertirse en “un reflejo muy real del nivel del sector” de las artes escénicas, “de las propuestas creativas y de calidad que se dan hoy en día”.

Un sector que, según el presidente de la Fundación SGAE, vive una situación “alarmante”, con un notable descenso de funciones, espectadores y recaudación, según un estudio que ha citado del periodo 2008-2014. Dijo que si en 2014, hubo “alguna señal de repunte” en el teatro, en la danza sin embargo el momento es “más grave”. “Es por ello que decidimos darle un impulso a la danza en la gala de estos 19 Premios Max”, subrayó.

La destacada presencia de profesionales vascos este año contrasta con la escasa que tiene en las candidaturas finalistas, donde en ediciones anteriores ha habido unos cuantos nombres, pero que ahora solo cuenta con Moby Dick, de Teatro Gorakada de Durango, nominado en la categoría de mejor espectáculo familiar. - Efe