“Buscamos siempre algo más, esas historias que te marcan”. Tan sólo unas pocas palabras bastan para condensar la filosofía con la que nació, hace quince años, la editorial Astiberri. Desde entonces, más de 500 títulos publicados y una firme apuesta por el cómic autóctono han contribuido a encumbrarla como un agente esencial para entender el (re)surgir de la viñeta estatal durante los últimos años. Fernando Tarancón, uno de los tres fundadores de la firma, pone voz a esta historia marcada por las apuestas arriesgadas convertidas en aciertos y por el reverencial respeto que profesan los autores, quienes afirman sentirse “como en casa” trabajando para la editorial vasca.
A través de quince de los nombres propios que han ido tejiendo año tras año esta red, Tarancón sopla las velas de Astiberri. Flanqueado por las kilométricas estanterías que salpican de color la librería Joker, establecimiento que regenta, echa la vista atrás hasta el año 2001. Por aquel entonces decidieron lanzarse a la aventura de poner en marcha una editorial de cómic en la capital vizcaína. El primer nombre que menciona de aquellos años es el de la barakaldarra Raquel Alzate, autora de Mitologika, una novedosa serie de libros sobre mitología vasca. “Fue nuestra primera autora best seller”, rememora Tarancón, aclarando que, curiosamente, no se trata de un cómic sino de varios libros ilustrados sobre la mitología en Euskal Herria.
El tándem formado por Ricardo del Río y Alzate les propuso la creación de “una iconografía contemporánea” sobre el tema, lo que a la postre resultó todo un acierto. La publicación causó tal furor que “empezamos a ver esos dibujos en txosnas o en fotocopias que se utilizaban en euskaltegis”, relata, orgulloso.
Junto a la apuesta por el talento local, una constante desde sus comienzos, Astiberri se lanzó en busca de autores internacionales. Uno de ellos es Edmond Baudoin, figura de referencia en el cómic francés que renunció a su trabajo como contable para dedicarse a su verdadera pasión.
“Un autor con mayúsculas”. Así lo describe Tarancón, quien destaca el altruismo del autor de El viaje en los primeros años de la editorial. “El año en el que publicamos por primera vez una obra suya insistió enérgicamente en que no nos quería cobrar porque sabía que estábamos empezando; somos de aquí y acabamos pagándole (risas), ese detalle, siendo ya una figura consagrada en Francia, y sus consejos, nos dieron fuerza para cargar las pilas”.
“PIEZA CAPITAL” El tercero de los autores elegidos destaca tanto por su producción literaria como por el papel “fundamental” que ha venido desarrollando en Astiberri. No es otro que Manuel Bartual, “una pieza capital” y su principal responsable de diseño. “Además de las tres obras que le hemos publicado como autor, él es el responsable de todas las felicitaciones que hemos recibido por el diseño de nuestras publicaciones”, explica.
Esta prolífica relación les llevó el pasado año a dar un gran paso adelante para Astiberri: la adquisición del fanzine ¡Caramba!, dirigido por Bartual, que ha pasado a formar parte de su estructura como sello editorial independiente. “No nos lo hubiéramos planteado nunca si Manuel no estuviera detrás, pero lo sentimos como uno de los nuestros”, confiesa.
Otra de las apuestas del sello vasco ha sido reforzar la producción en euskera, una labor en la que se han volcado en los últimos tiempos y que les lleva a publicar, como mínimo, un par de obras al año en lengua vasca. En el germen se encuentra Javier de Isusi y su Baleak ikusi ditut (He visto ballenas), una novela gráfica que aborda el conflicto vasco. A pesar de haber publicado también su colección Los viajes de Juan sin tierra, Baleak ikusi ditut, editado en euskera y castellano, marcó un punto de inflexión. Las ballenas sirvieron para ayudarles a quitarse “esa espinita clavada” con el euskera y seguir trabajando por la igualdad lingüística.
arriesgar y ganar Otro de los acontecimientos que, indudablemente, marcó el devenir de Astiberri fue la publicación de la autobiográfica Blankets, de Craig Thompson. Enfrentándose a la tendencia de dividir los títulos extensos en varios tomos, entendieron que el estadounidense la ha concebido como una obra única y optaron por llevar a las tiendas un cómic de 600 páginas a color. “Ese respeto por el autor fue lo que nos llevó a arriesgarnos mucho y resultó la obra que terminó por lanzarnos”, resume.
A este éxito se unieron las Píldoras Azules de Frederik Peeters, “una de las primeras obras extranjeras que contratamos” y que siguen reeditando constantemente, siendo una referencia para los que quieran introducirse en el mundo del cómic.
PREMIOS NACIONALES Paco Roca, Alfonso Zapico y Santiago García (junto a Santiago Olivares) componen el trío de ases que se ha alzado con tres Premios Nacionales de Cómic, respectivamente. Roca llegó a Astiberri con el “intimismo” de El Faro y, desde entonces, ha desarrollado una prolífica colaboración que se extiende hasta la actualidad y que pasa por su exitosa Arrugas. “Paco es el representante de la novela gráfica en España y ha sabido asumir la gran responsabilidad que le ha tocado”, opina Tarancón. De él destaca la cercana conexión que ha logrado establecer con el gran público, y no solo con aquel acostumbrado a devorar páginas de cómic.
El segundo premiado es Alfonso Zapico, el vivo ejemplo de que las segundas oportunidades también existen. “Cuando nos mandó su primer proyecto le tuvimos que comunicarle que no nos encajaba pero que nos siguiera mandando sus nuevos trabajos; al de un tiempo, vino a un salón con otra idea y nos encantó”, cuenta. Su sobresaliente trabajo sobre la vida de James Joyce le valió el Premio Nacional de Cómic en 2012, pero Tarancón cree que “tiene mucho camino por delante y su mejor obra está aún por venir”.
Un “intelectual del cómic”. Eso es para el fundador de Astiberri el guionista Santiago García, uno de los creadores de la laureada Meninas. “Recuerdo que me entregó su primer trabajo dentro de un canutillo y que cuando lo leí en el autobús me di cuenta de que era un guionista con gran talento”. Según explica, su crecimiento va en paralelo al de la editorial, llegando a ser uno de los pocos extranjeros que han sido publicados por la prestigiosa University Press of Mississippi (Estados Unidos).
En su faceta como guionista, cabe señalar su revisión actualizada del poema heroico Beowulf, junto a David Rubín. “Era un proyecto que Santiago tenía atascado y David le ayudó a recuperar”. Un Rubín exhausto que “volvió a superarse” tras “dejarse el alma” en El Héroe, la obra en dos tomos con la que se asentó en el panorama nacional e internacional.
Otra de las señas de identidad de Astiberri en estos quince años ha sido el reconocimiento a la obra de las generaciones más jóvenes. Para ilustrar este aspecto, Tarancón se decide por cinco nombres: Álvaro Ortiz, Mamen Moreu, Pep Domingo (conocido como Nadar), Emma Ríos y Quan Zou. Del primero habla sobre la trilogía que inició con Cenizas y que le ha conferido “una voz muy personal” a pesar de su juventud. Mamen Moreu, aragonesa de nacimiento y bilbaína de adopción, convenció a la editorial con “su manera directa de hablar sobre la realidad social actual”, un tema “muy presente” entre los autores jóvenes. Precisamente esa visión de la crisis y la incertidumbre por la que transcurre el futuro de muchos jóvenes es el tema principal de El mundo a tus pies, de Nadar, “un trabajo muy visceral y ambicioso”.
El de la gallega Emma Ríos quizás sea el camino menos previsible, ya que habiéndose labrado una exitosa carrera en el mercado estadounidense, optó compaginarla con sus publicaciones en Astiberri. “Ha escogido otro camino distinto al habitual, el de utilizar su dinero para poder comprar su libertad creativa, y es algo realmente admirable“, alaba Tarancón.
Cierra la lista Quan Zou, la autora más joven que trabaja con ellos. Su Gazpacho Agridulce ha marcado un antes y un después al convertirse en “representante de esa primera generación de inmigrantes” que se han asentado en España. “Me gustaría que en un futuro esos inmigrantes criados aquí cada vez publicaran más obras en las que nos cuenten su historia”, añade el editor.
Todos estos autores, y muchos otros más, han acompañado durante la década y media de vida al equipo de Astiberri. Quince años entre viejos conocidos, quince años como en casa. Y que cumpla muchos más.