bilbao - “Miramos siempre al futuro, es nuestra manera de entender el arte y el pop”, asegura Deu Txakartegi para justificar “el cambio gordo” ofrecido en su nuevo disco, Gau ama (Mushroom Pillow), en el que se decantan por la electrónica trufada con euskera y guiños al folk euskaldun, con colaboraciones de la cantante de Belako y Oreka TX. “Ya no somos outsiders de la cultura vasca porque mostramos lo que es vivir en Euskadi en 2016”, apostilla el líder de un grupo que acaba de actuar en la sala Noboo de Tudela y también lo hará en los festivales MAZ (Basauri) y el BBK Live.

Empieza el inicial ‘I like you as you are’ y ya se advierte un cambio profundo.

-Sí, es cosa de los sintetizadores.

Parece realmente que hayan perdido las guitarras.

-(Risas). Están en el estudio y tenemos bastantes. No fue premeditado pero buscábamos un cambio marcado y, por ello, abre el CD ese tema, que es uno de los más sintéticos y electrónicos. Estamos aquí, ahora, y esto es lo que nos interesa.

El anterior disco era buenísimo y funcionó muy bien ¿no?

-Bueno? Por eso hacemos la entrevista en una cafetería en lugar de en mi casa con piscina (risas). Hemos estado dos años de gira pero nuestra pretensión era la casa con piscina, frontón y huerta. No, en serio, Day fue bien pero creemos que la música es arte y en cada trabajo debe haber un cambio. No queremos repetir On the floor todo el tiempo sino avanzar y crearnos retos, evolucionar y avanzar personal y musicalmente.

En esa primera canción ya se oyen txalapartas.

-Sí, esa es la otra novedad. Todo partió de nuestra colaboración con Oreka TX, que fue todo un descubrimiento. En aquella experimentación y juego está el germen de este disco.

Jugar, gran verbo.

-En inglés to play es jugar y tocar. El arte es el juego por el juego, sin propósito alguno. Nosotros defendemos que se puede hacer arte con el pop, como probó David Bowie. Él lo encumbró.

Eran un grupo de rock en la pista de baile.

-Y seguimos en ella.

Pero ¿ya no son un grupo de rock?

-Supongo que no. No sé? siempre hemos sido más pop. Son etiquetas. Todo viene porque nos hemos comprado multitud de sintetizadores, algunos de los 80. A la cabeza está el Korg Polysix. Cada uno tiene un sonido y las guitarras llevamos oyéndolas ya 50 años. Queríamos salir de nuestra zona de confort. También lo hemos hecho con la voz, que parece distinta. Mi timbre está ahora más influenciado por la música negra de Prince y hasta el r&b.

¿Incluido el comercial?

-Sí, Adele incluido (suena de fondo). Nunca hemos dicho que fuéramos indies, sino un grupo pequeño. ¿Qué es ser indie? ¿Grupos como Radiohead? ¿Una manera de enfocar el mercado, no hacer promoción? A veces es una excusa para decir que solo quieres que te escuchen 200 personas.

Esta vez querían ofrecer algo diferente ¿no?

-Siempre nos halagaban diciendo que si fuéramos de Berlín, en lugar de bilbainos, seríamos millonarios. Y pensamos qué podríamos ofrecer de distinto a otros millones de grupos, a un londinense o a un neoyorquino. Y es la mezcla de nuestra cultura con la música de baile.

¿Tenían interiorizado el folk euskaldun o eran más del rock radikal?

-Hombre, más del rock pero ¿quién no ha visto la triki en fiestas? Y luego está la mitología vasca, que ha sido toda una influencia. El título, Gau ama, es por Mari. Es nuestra cultura y queremos que se note que somos de Bilbao. Tampoco es plan de salir con la camiseta del Athletic? igual debíamos hacerlo (risas). Escuchas a Björk, Os Mutantes, Daft Punk o Sigur Ros y conectas con su origen.

¿Cómo se produjo esa inmersión?

-En mi familia siempre se ha cantado mucho. Y en euskera. Eso soy yo también porque lo he vivido, no soy solo New Order, Joy Division, !!! y LCD Soundsystem. Soy también Hertzainak y Gari.

Usan un sampler de ‘Iguzkia joan da’, de Maurizia, Leon eta Fasio.

-Exacto. Se va el sol y llega la noche. El nuestro es un grupo nocturno. El CD anterior era Day, este Gau ama. Queda claro el cambio. Habíamos perdido los dientes apretados con tanta luz y la búsqueda de esa gloria del pop. Éramos más escuela Beach Boys; ahora, más Joy Division.

Alternan el inglés con el euskera.

-Sí, hay títulos y frases intercaladas. Usamos el inglés porque nuestra música nos suena en ese idioma, pero al incorporar melodías folk vascas había que cantar en euskera. Es una cuestión de congruencia. Además, intentamos trabajar con un productor de Brooklyn pero no resultó. ¿Quién mejor que nosotros para hacerlo?

Prejuicios cero ¿no?

-Ha habido un cambio gordo con el tema de ETA. Su disolución ha dado un espaldarazo a Euskadi y nos ha colocado en el siglo XXI. Todo es más libre y contemporáneo. En nuestro caso, renunciamos a ser un grupo político porque aquí había un exceso de política en todos los contextos y en la música. Todo se polarizaba. La cultura y el euskera no deben ser patrimonio de ningún bando y quizá ahora sí ha llegado el momento de hablar de nosotros y de lo que somos. Sin condicionantes ni cortapisas.

Y con la visión de buscar el exterior.

-Claro. La idea es buscar público desde algo personal. El único grupo que ha tocado en Glastonbury es Ojos de Brujo. Ahí fuera buscan lo diferente y queremos que se note que aquí hay una mitología, un paisaje, una cultura, un clima y un idioma que hemos reflejado en la música, el vídeo y el arte del compacto. Queremos exportar la cultura vasca.