gasteiz - Las paredes de la librería Zuloa, uno de esos espacios interculturales que abrigan las ambiciones creadoras de los gasteiztarras, se vistieron ayer de color y de sentimiento. El enclave de la Correría acogía la presentación de la exposición Gautxoriak, un tributo a la creatividad de Xabin Egaña, que ya se puede visitar en el corazón del Casco Viejo vitoriano. Ésta es una exposición de retratos realizados por el conocido autor en varios conciertos, bares y fiestas de la capital alavesa durante los años 2003 y 2005.
El dibujó con distintas técnicas a las “aves nocturnas” que se cruzaron con él. Ahora, desde Zuloa se ha querido mostrar la exposición “tal y como Xabin la dejó preparada”.
Egaña nació en Oñati el 9 de abril de 1958 y falleció en Vitoria-Gasteiz el 19 de mayo de 2006. Frecuentó muy joven la academia particular de José Antonio Sistiaga en la capital donostiarra. Posteriormente, realizó estudios en la Escuela Massana de Barcelona y en 1986 finalizó la licenciatura de Bellas Artes en la Facultad de la Universidad del País Vasco, especializándose en Filosofía de los valores y Antropología Social. Residió y trabajó durante muchos años en Vitoria, en Estíbaliz, después de haber vivido en San Sebastián, Barcelona, Bilbao, Alemania, Nueva York y Noruega. Trabajó como profesor de BUP y COU desde el año 1986 hasta 1990, ejercicio en el que abandonó su labor pedagógica para dedicarse íntegramente a la investigación artística.
A lo largo de su carrera colaboró también en diferentes escenografías y diseños para grupos de música y teatro y ejerció la docencia durante cuatro años. También participó en varias ediciones de los Certámenes de Artistas Noveles de Gipuzkoa, resultando premiada su obra en la edición de 1988.
Ha expuesto sus trabajos en varias galerías de arte, algunas de gran prestigio. Además, publicó dos libros. Oinez (1998), donde se recogen las vicisitudes de Egaña en un viaje realizado por el norte de Europa (litografía y poesía) y Diario de un peregrino (2002), en cuyas páginas se desvela un peregrinaje artístico ejecutado a través de acuarela y texto literario en el que se revisa la ruta realizada entre Somport y Finisterre. - DNA / Foto: A. Larretxi