Un repaso a la ciudad desde el color y las palabras. Ésa es la intención de los autores de una obra que pretende servir de tarjeta de presentación. El pintor Javier Ortiz de Guinea y los poetas Tito Murua, José Ignacio Besga, Karmele López de Uralde, Aurora Nieva y Elisa Rueda han impulsado la edición del libro Vitoria-Gasteiz en acuarela y verso, que ayer fue presentado en la sede principal del Consistorio gasteiztarra. Precisamente, esta institución, el Ayuntamiento de Vitoria, ha publicado una primera edición de 2.000 ejemplares, 1.500 en castellano, 250 en euskera y 250 en inglés, que ya están a la venta en librerías al precio de 30 euros. “Ha sido un auténtico disfrute. Comencé el proyecto por satisfacción personal y, al ver el libro ya editado, yo mismo me he emocionado”, confesó el pintor Javier Ortiz de Guinea. Por su parte, Tito Murua, coordinador de todo el proyecto, destacó que “es una obra fundamentalmente visual que profundiza en Vitoria”.

“Estamos ante una obra estupenda, hecha por vitorianos y vitorianas para quienes quieran repasar nuestra historia, pasear por nuestras calles, contemplar nuestros edificios y disfrutar de los espacios públicos que ofrece esta ciudad, bien in situ o con la imaginación. Estoy seguro de que al pasar la última página de este libro, las y los lectores querréis todavía más a nuestra ciudad”, explicó el alcalde, Gorka Urtaran, que quiso poner en valor durante la presentación “el arte no sólo de Javier, que nos ha brindado el fruto de sus pinceles para plasmar el color, el olor y el sabor de Vitoria-Gasteiz sobre estas páginas, sino también de los poetas Tito Murua, José Ignacio Besga, Karmele López de Uralde, Aurora Nieva y Elisa Rueda que, apoyados por la también extraordinaria sensibilidad de Paco Góngora, han puesto palabra a esas imágenes”.

El libro recorre la historia de la ciudad. Desde los tiempos de los primeros pobladores de la colina sobre la que siglos después se fundaría Gasteiz, pasando por los palacios y rincones de la Vitoria medieval, el Ensanche, los miradores de Vitoria para culminar en nuestros días. Además, la publicación hace un guiño a las cuatro torres de la ciudad, con dobles página dedicadas a cada una de ellas.