un par de días después de la celebración de la gala de los Oscar, y casi como pasa tras unas elecciones, todo el mundo barre para casa. La primera, para no perder la costumbre, la Iglesia Católica, que ayer se apresuró a decir que Spotlight, que obtuvo la estatuilla a la mejor película, es “emocionante”, pero “no es anticatólica” porque “da voz al horror y al dolor profundo de los fieles”, según el diario vaticano L’Osservatore romano.

El mismo periódico lamenta, sin embargo, que no se mencione la “lucha larga y tenaz” del papa Benedicto XVI en ese ámbito. En fin. Pero ese rotativo olvida contar que el filme de Tom McCarthy narra cómo fue el Boston Globe quien destapó los casos de pederastia en la diócesis de Boston sin demasiada colaboración por parte de sus responsables religiosos. McCarthy aseguró que la película “dio voz” a los supervivientes de aquellos abusos y señaló que el Oscar servirá para “amplificar” ese mensaje. Spotlight triunfó al hacerse con el trofeo principal y con el de mejor guión original, pero no por brillar en el resto de categorías. Por cantidad, Mad Max: Furia en la carretera, de George Miller, sumó la que más, seis Oscar, aunque quien verdaderamente hizo historia fue Alejandro González Iñárritu, al obtener el premio a la mejor dirección por segundo año consecutivo (en 2015 lo logró por Birdman), meta solo alcanzada hasta la fecha por John Ford y Joseph Leo Mankiewicz. Casi nada. “Amo esta película como amé Birdman. No podría estar más feliz”, indicó González Iñárritu. “Cuando Chivo (Emmanuel Lubezki, director de fotografía) ganó, todos ganamos. Cuando yo gano, todos ganan (...). Somos totalmente interdependientes”, señaló el realizador, quien destacó los vínculos que se establecen entre personas que comparten un proyecto durante meses. Preguntado acerca de qué destacaría de la labor de contar historias, el cineasta aseguró que en medio de lo “incontrolable” de la vida, relatar emociones “hermosas” y “horribles” es una manera de controlarla.

las pullas de rock Curiosamente, el apodo del director nacido en Ciudad de México hace 52 años es el Negro, y de colores y razas también se habló bastante en la ceremonia celebrada en el Kodak Theatre de Los Ángeles. El anfitrión, el cómico afroamericano Chris Rock, que volvía a una gala que ya presentó en 2005, repartió sus dardos entre ambos frentes: por un lado, atacó a la Academia y la industria por ignorar a los intérpretes negros. Pero tampoco escatimó aguijonazos al frente liderado por Spike Lee, Jada Pinkett Smith y Will Smith, que decidió boicotear la gala: “Jada dijo que no vendría. Es como si yo dijera que no me meto en las bragas de Rihanna. ¡Nadie me ha invitado!”, dijo Rock, que arrancó aplausos cuando dijo: “No se trata de boicotear; queremos oportunidades; las mismas oportunidades que los actores blancos. Nada más”. El presentador recordó que, al fin y al cabo, en los 60 y 70 tampoco los Oscar nominaban a los negros, y, simplemente, por aquel entonces, estos tenían “cosas más importantes” por las que protestar. “Si nos linchaban, ¿qué más nos daba quién ganaba el Oscar al mejor director de fotografía?”, señaló.

En el apartado de interpretación, Leonardo DiCaprio cumplió con los pronósticos y obtuvo su primer Oscar. “Estás haciendo historia del cine. Gracias a ti y al Chivo Lubezki por rodar experiencias cinematográficas trascendentes”, dijo el intérprete, aludiendo a Iñárritu, tras lo que advirtió de la urgencia de luchar contra el cambio climático, que es “la amenaza más urgente” que afronta el hombre. En el apartado de actor de reparto hubo sorpresa, ya que aunque las quinielas apostaban por Sylvester Stallone (La leyenda de Rocky), finalmente quien se llevó el gato al agua fue Mark Rylance por El puente de los espías. El galardón a mejor actriz fue para Brie Larson por La Habitación, mientras que la intérprete sueca Alicia Vikander obtuvo el Oscar a actriz de reparto por La chica danesa.

holocausto y crímenes de honor El cine chileno celebró la primera estatuilla de su historia gracias a Historia de un Oso, de Gabriel Osorio, que venció en el apartado de mejor cortometraje animado. La brasileña El niño y el mundo, de Alé Abreu, y la colombiana El abrazo de la serpiente, de Ciro Guerra, no pudieron ganar a mejor película animada y mejor película extranjera, que fueron a parar a Del revés y a la húngara El hijo de Saúl, respectivamente. El diseñador español Paco Delgado no obtuvo el reconocimiento al mejor vestuario por La chica danesa; le ganó Jenny Beavan por Mad Max. Por su parte, el también español Ignacio Caicoya alcanzó el mismo logro que el cineasta Alejandro González Iñárritu: un segundo Oscar consecutivo, otorgado en su caso en la categoría de mejores efectos visuales por Ex Machina.

Y el mundo de la música se rindió a los pies del legendario compositor italiano Ennio Morricone, que a sus 87 años logró su primera estatuilla por la banda sonora de Los odiosos ocho, de Quentin Tarantino.

Mejor película. Spotlight. El filme de Tom McCarthy recrea la investigación periodística llevada a cabo en 2001 por un grupo de reporteros del Boston Globe que destapó un escándalo de abusos sexuales a niños por parte de miembros de la Iglesia Católica, y sostiene la misma tesis que los artículos resultantes de esas pesquisas: que las décadas de violaciones y estupros no eran solo cosa de unas manzanas podridas, sino problemas endémicos en el seno de la institución que iban incluso más allá de la cúpula de la Archidiócesis.

Mejor director. Alejandro González Iñárritu, por El renacido.

Mejor actor. Leonardo DiCaprio, por El renacido. Hasta la fecha, el actor de Los Ángeles había recibido otras cuatro nominaciones en la categoría de interpretación: ¿A quién ama Gilbert Grape?, El aviador, Diamante de sangre y El lobo de Wall Street.

Mejor actriz. Brie Larson, por La Habitación. La actriz, de 26 años, ha pasado en seis meses de ser casi una desconocida a llevarse el galardón femenino más preciado de la gala de los Oscar.

Mejor actriz de reparto. Alicia Vikander, por La chica danesa.

Mejor actor de reparto. Mark Rylance, por El puente de los espías. Fue una de las sorpresas de la noche, ya que todas las apuestas señalaban a Sylvester Stallone por Creed.

Mejor guión original. Tom McCarthy y Josh Singer, por Spotlight.

Mejor guión adaptado. Charles Randolph y Adam McKay, por La gran apuesta. Se trata de una historia real.

Mejor dirección de fotografía. Emmanuel Lubezki, por El renacido. Ha ganado tres Oscar consecutivos; los dos anteriores fueron por Gravity y Birdman.

Mejor montaje. Margaret Sixel, por Mad Max: Furia en la carretera.

Mejor diseño de producción. Colin Gibson y Lisa Thompson, por Mad Max: Furia en la carretera.

Mejor banda sonora. Ennio Morricone, por Los odiosos ocho. Primer Oscar a los 87 años.

Mejor canción original. Writing’s on The Wall, de 007: Spectre, de JImmy Snapes y Sam Smith.

Mejor vestuario. Jenny Beavan, por Mad Max.

Mejor Mejor maquillaje. Lesley Vanderwalt, Elka Wardega y Damian Martin, por Mad Max.

Mejor edición de sonido. Mark Mangini y David White, por Mad Max.

Mejor mezcla de sonido. Chris Jenkins, Gregg Rudloff y Ben Osmo, por Mad Max.

Mejores efectos visuales. Andrew Whitehurst, Paul Norris, Mark Ardington y Sara Bennett, por Ex Machina.

Mejor película en habla no inglesa. El hijo de Saúl, de Laszlo Nemes (Hungría). En 1944, un prisionero judío húngaro encargado de quemar los cadáveres de los gaseados y limpiar las cámaras de gas, encuentra cierta supervivencia moral tratando de salvar el cuerpo de un niño que toma como su hijo.

Mejor película de animación. Del revés (Inside Out).

Mejor corto animado. Historia de un oso, de Gabriel Osorio (Chile).

Mejor largo documental. Amy, de Asif Kapadia y James Gay-Rees.

Mejor corto documental. A Girl in The River: The Price of Forgiveness, de Sharmeen Obaid-Chinoy.

Mejor corto de ficción. Stutterer, de Benjamin Cleary y Serena Armitage. La música es del español Nico Casal.