Imaginemos por un momento poder estar presentes mientras Velázquez pinta en su taller la gran obra maestra que es Las meninas. O ver a Picasso mientras da forma a Guernica. O imaginemos estar delante de un Leonardo rematando la sonrisa de Mona Lisa. Obviamente estamos fantaseando, pues ninguna agencia de viajes nos ofrece la posibilidad de realizar un tour hacia el pasado. Aunque todo llegará pues ahí hay un gran nicho de mercado para el sector turístico tan en boga hoy en día. Pero no nos desviemos por la atrayente senda de la ciencia ficción y volvamos al presente: actualmente -en contadas ocasiones, eso sí- se nos ofrece la oportunidad de observar el arte gestándose entre bambalinas; de poder no sólo observar, sino también interactuar con los artistas visuales cuando éstos se hallan inmersos en el intenso proceso de trabajo de la creación de su obra. Podemos conversar con ellos mientras piensan, abocetan, realizan sus creaciones. Esto, sin duda, nos hace más participes del hecho artístico. Conocer la cocina, lo que se gesta en los fogones del arte, nos hace apreciarlo más. Éste es uno de los objetivos de un programa de Artium, Praxis: conseguir que los artistas y los públicos se entrecrucen en un espacio y un tiempo determinado para compartir experiencias. Porque, no lo olvidemos, también el artista se enriquece a través del contacto con la ciudadanía.

Y así, estos días, podemos acercarnos a nuestro museo para conocer el último trabajo de la poliédrica artista Nerea Lekuona. En Praxis, esta creadora gasteiztarra ha trasladado su taller a la sala Norte del museo. Ahí podemos toparnos con Lekuona rodeada de cuadernos, pizarras, rotuladores? y mensajes. Pues con estos modestos materiales -que son los utilizados en bares y comercios para anunciar sus productos, descuentos, promociones o incluso el menú del día- Nerea compone una serie de enunciados. La mayoría de corte reivindicativo, incitándonos a reflexionar sobre la situación actual de los creadores, de cómo se encuentran laboralmente éstos en los duros momentos que están viviendo. Momentos de culturidio generalizado en nuestro país e, ídem y en superlativo, en Vitoria-Gasteiz. Y así podemos, por ejemplo, leer en una de las pizarras: Un encargo, por favor, tengo un celebro que alimentar y un estudio que mantener. Nerea utiliza para componer estas consignas una cuidadosa estética preciosista, evocando el gusto por lo manual, por lo hecho a mano. Muy en consonancia, por lo tanto, con esas reclamaciones que van dirigidas a sensibilizar al visitante sobre un hecho: que el artista no deja de ser un trabajador más que usa sus manos y su cabeza para llegar a final de mes.

Los visitantes que acudan a este Praxis pueden apuntar también sus propias manifiestas en unos encerados situados en el recinto. Algunas de éstas las irá plasmando Lekuona sobre pizarras con el objetivo de salir después con ellas a la calle deambulando por la ciudad metida en el papel de mujer-anuncio.