Vitoria - Desde 2008, Arabako Bertsozale Elkartea desarrolla, con la ayuda económica de la Diputación y el Gobierno Vasco, un programa por el que se ofrece cada año una serie de bertso-saios gratuitos a lugares y colectivos que, por las razones que sean, tienen menos relación con la improvisación oral en euskera. Se trata, por tanto, de facilitar lo máximo posible puntos de encuentro entre el bertsolarimos y la ciudadanía, una fórmula que, eso sí, para este 2016 presenta un cambio importante en su tramitación.

El programa, bautizado como Araba Bertsozale, mantiene, eso sí, el mismo objetivo, es decir, acudir a espacios que, por ejemplo, por escasa población no suelen organizar actos de este tipo o relacionarse con agrupaciones y personas que viven más alejados del bertso y de lo que implica. “Hasta ahora, por medio de la propia asociación y de las bertso-eskolas que existen en el territorio, hemos sido nosotros los que hemos ofrecido estos bertso-saios”, explica Asier Lafuente, aunque apunta que “a veces eso también te hace perder un poco de perspectiva; siempre estamos atentos para ver dónde hay movimientos y dónde puede haber necesidades, pero muchas veces no llegamos a todo”.

Para solucionar esto, en esta ocasión no va a ser la asociación la que se dirija a nadie, sino que ha abierto una oferta pública de doce bertso-saios a la que cualquiera puede acudir. Hasta el 11 de marzo, los interesados pueden conocer los detalles de la oferta y cumplimentar su solicitud en https://www.bertsozale.eus/eu/araba/proiektuak/araba-bertsozale. Cuando termine el plazo, se valorará cada petición y el 12 de abril se dará a conocer las propuestas seleccionadas.

Con la resolución en la mano, los solicitantes elegidos podrán decidir a qué dos bertsolaris contratan. “Es el número mínimo que se necesita para un bertso-saio, y cada uno decidirá, porque también queremos que se impliquen en estas cosas y en su organización, que formato se quiere hacer, desde bertsos en comidas, cenas o poteos hasta bertso-pilota o...”. De pagar a los bertsolaris, a través de la empresa Lanku (creada por la Asociación de Amigos del Bertsolarismo) se encarga la asociación alavesa, que cuenta con un presupuesto de 7.000 euros para este programa.

Con este oferta pública de bertsos, “intuimos que podemos llegar a sitios nuevos que hasta ahora no teníamos en mente. Como es normal”, apunta Lafuente, que, de hecho, explica que ya se ha recibido una solicitud desde la localidad de Mendoza “donde no teníamos ningún contacto y nunca se nos habría ocurrido buscar allí a alguien para hacer esto. Que se produzcan este tipo de cosas es lo que queremos”.

Además, la organización espera que al conocer los solicitantes desde el 12 de abril que pueden realizar su bertso-saio se pueda normalizar un poco más la agenda entre primavera y verano ya que “hasta ahora, casi siempre se nos suelen acumular en otoño”.