La escritora estadounidense Harper Lee, autora de la célebre novela To Kill a Mockingbird (Matar a un ruiseñor), murió ayer a los 89 años en el Estado de Alabama, según confirmó la editorial Harper Collins.

Las primeras informaciones sobre su fallecimiento se publicaron en un portal de noticias de Alabama y fue corroborado más tarde por diversas fuentes de la localidad de Monroeville, su lugar de nacimiento y donde vivió la mayor parte de su vida.

Matar a un ruiseñor se convirtió casi desde el primer día en una de las piezas clave de la literatura del sur de Estados Unidos, en la que Lee abordó hace más de medio siglo temas que hoy siguen de rabiosa actualidad como el racismo, la tolerancia y la Justicia. A partir de la inocente mirada de unos niños, la historia está ambientada en un pueblo sureño de Alabama donde la hipocresía de sus habitantes condena a un negro acusado de violar a una adolescente blanca, pese a que todas las evidencias decían lo contrario.

Desde que se publicó por primera vez en 1960 por la editorial J.B. Lippincott, se han vendido más de cuarenta millones de copias, es lectura obligada en las escuelas del país y la autora cuenta con una legión de seguidores tanto en Estados Unidos como en el mundo. La novela, con la que Lee ganó el premio Pulitzer en 1961, se adaptó un año más tarde al cine, en una cinta protagonizada por Gregory Peck y Mary Badham bajo la dirección de Robert Mulligan, que terminó llevándose tres Oscar en la edición de 1963.

“Jamás me imaginé que tendría algún tipo de éxito con Matar a un ruiseñor”, llegó a admitir la escritora en 1964 en una de las pocas entrevistas que concedió entonces a una emisora de radio local, según recordaba ayer The New York Times. Pese a la enorme popularidad que obtuvo después de ganar el Pulitzer y del éxito de la película en las salas de cines, Lee decidió regresar a su pueblo, abandonar la literatura y a partir de entonces rechazó la mayoría de las entrevistas que le propusieron.

La ‘secuela’ literaria Casi cincuenta años de silencio que se interrumpieron de forma sorpresiva a comienzos de 2015, cuando la editorial Harper Collins anunció que publicaría una secuela de la célebre novela, bajo el título Go Set a Watchman.

El lanzamiento estuvo rodeado de gran polémica porque diferentes medios aseguraron que no era una secuela sino el borrador original que Lee trató de publicar en 1957 y que terminó convirtiéndose en Matar a un ruiseñor con las correcciones sugeridas por su editor. Tanto seguidores de la escritora como críticos literarios se sumaron entonces a las críticas a la editorial e incluso diferentes medios publicaron que el segundo libro fue descubierto en 2011 y no en el otoño de 2014, como anunció en su momento Harper Collins.

reacciones Sin que todavía se hubiese confirmado oficialmente su muerte, muchos lectores anónimos y destacadas figuras del mundo del cine, la literatura o el espectáculo se volcaron en las redes sociales para despedir a la escritora estadounidense. Desde compañeras de profesión como Erica Jong o la popular presentadora de televisión Katie Couric, para quien Lee “fue un regalo para todos nosotros”, hasta la actriz Debra Messing, que afirmó que con su célebre libro “cambió el mundo”.

Quizá quien mejor resumió el sentir de muchos fue Erin Brockovich, actualmente presidenta de una consultora y que se hizo famosa tras la película con el mismo nombre interpretada por Julia Robert. Brockovich no dudo en destacar en un tuit que Matar a un ruiseñor es una defensa de lo que es justo. “Una idea que no es nueva pero que necesitamos recordar de tanto en tanto. Descanse en paz”.

La última aparición pública de Harper Lee fue en 2010, cuando recibió de manos del presidente de EEUU Barack Obama la Medalla Nacional de las Artes.